Suspiros

"Los suspiros son un suave sonido que callan al silencio"
-Vane-


Lo que sé de la nostalgia lo aprendí contemplando la luna, mirándola fascinada mi alma distraída dejó escapar algunos suspiros. Suspiros que delatan la carga de emociones, y sentimientos mudos. Suspiros inspirados por alguien, pero que no tienen dueño. Suspiros que fueron a parar al pie de una ventana, y pasaron desapercibidos, los confundieron con el viento.
Suspiros que expresan lo que siento, cuando la timidez atrapa mis palabras. Suspiros que nacen del silencio, y como melodía viajan a los oídos para susurrar sentimientos. Suspiros que no llegan a destino cuando la distancia es grande, entonces...los vuelco en un papel, sí...los suspiros escritos existen, yo los guardé en una carta. Suspiros al contemplar un camino, donde las huellas marcan una partida. Suspiros húmedos que no pueden salir, y sólo corren por las mejillas. Suspiros que salen sin razón de ser, esos se los dedico a la vida. Suspiros atrapados en el tiempo, esos surgen cuando abro el baúl de los recuerdos. Suspiros para las grandes ausencias, esos son los que más pesan. Suspiros para los amores de mi vida, me los roban sin que yo me de cuenta. Suspiros, y más suspiros, que hablan por mi, y me dejan al descubierto, son el sonido de lo que llevo guardado piel adentro.

Reflexiones

Caminante, son tus huellas el camino y nada más;
caminante, no hay camino se hace camino al andar.

-Antonio Machado- (Poema Cantares)


Sé que recorrer éste camino que llamamos vida no es igual a como lo imaginamos de niños, nos pasan cosas tan dolorosas que no merecemos, y otras tan maravillosas que nos sorprenden. Los cuentos fascinantes de héroes impresionantes, se cambiaron por historias reales, donde los protagonistas sufren, lloran, y luchan por sobrevivir. Yo misma me he convertido en la heroína de mi cuento, donde a veces lo matizo con algo de magia para escapar de la rutina, e intento rescatar a los que quiero, y caigo en la cuenta de que a veces no puedo conmigo, y es ahí donde pierdo otra batalla.

Ser un simple mortal no es fácil, sé que hay cosas que no dependen de mi, cómo también hay otras que están en mis manos resolver. Sé que de mi depende intentar ser una mejor persona, restar defectos, sumar virtudes, asumir errores, luchar por mis sueños, no perder las ganas de luchar, dar gracias por un día más, disfrutar de las maravillas que me rodean, decirles a las personas que quiero cuanto los quiero, hacer algo por los demás, intentar que mi existencia deje huellas en el corazón de alguien. Sé que si mantengo firmes mis convicciones, y soy consecuente con mis actos, voy a alcanzar mis objetivos.

La vida es así, a veces golpea, a veces vale la pena, otras te regala tanto, y otras te debe mucho, suele irse demasiado pronto, y en ocasiones muy, muy tarde. No sé lo que va pasar mañana, pero hoy tengo la vida por delante.

Llorar de emoción

Si me preguntan que es lo que más me gusta de mi personalidad, diría que conservar la capacidad de asombro, y ser feliz con lo más sencillo de la vida, siempre fui así, y a pesar que la vida me plantó los pies en el suelo desde muy pequeña, siempre dejo jugar a la niña que llevo dentro, crecí, pero no me hice grande. Hoy me volvieron a brillar los ojos como tantas veces, de la misma manera cuando los reyes magos me dejaron mi bici de color rojo que tanto esperé. Hoy me sorprendí una vez más con un regalo especial, y lo hace especial un conjunto de cosas: la distancia que recorrió, la persona que lo envió, la carga afectiva que viste cada uno de esos detalles que recibí, el tiempo invertido para preparar el paquete, en fin...soy una persona muy afortunada, porque alguien que vive tan lejos se acuerda de mi, y me demuestra de mil maneras diferentes su cariño.

Llorar es una descarga para el alma, a veces es tanta la felicidad y la emoción, que no alcanzan las palabras para definir un momento, y una lágrima dice todo cuando todo es silencio. Siempre pienso que algo bueno tuve que haber hecho para tener a estas maravillosas personas conmigo, y sé que la vida me está compensando por las ausencias, por lo que me quitó, y vos Martu sos de esas personitas que cuando te cruzas en el camino de alguien se lo llenas de luz.

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS POR TU AMISTAD. TE QUIERO MUCHO AMIGA!!!


Dato importante: yo mencioné a Martu, este post es para ella, y para los que no la conocen es Martha Mendoza -la chica de las páginas sueltas y de colores-, Martu le digo SOLO YO de cariño.

Tu recuerdo

"La nostalgia es la felicidad de estar triste"

-Victor Hugo-




Hoy me saqué tu recuerdo como si fuera un abrigo, lo guardé para no volver a pensar, sentir, llorar. Sé que en la próxima estación me lo voy a volver a poner, la llegada del otoño trae consigo el frío, los atardeceres llenos de nostalgia, las calles vacías en las noches. En cada rincón de esta cuidad está el eco de tu risa, tu arte, porque aquel muro aún conserva tu ataque espontáneo que te llevó a plasmar con letras rojas lo que sentías.

Es inevitable, tu recuerdo se mantiene guardado, nadie sabe que aún te recuerdo porque no saben descifrar mi silencio, si sólo me vieran por dentro se darían cuenta que mis palabras disfrazan lo que siento, y mi mirada grita lo que me callo.
Hoy veo todo más grande, me sobra espacio. Tengo un enorme cielo para disfrutar, pero ya no puedo soltar mis alas no puedo volar, estoy más presa que nunca, soy libre ¿para qué?, si mi libertad la encontraba en tus brazos. Tengo tantos amaneceres para contemplar, pero mis ojos ven todo del mismo color, el día y la noche me da igual.

Tu recuerdo es el mejor de mis males, si te olvido me muero, y el no pensarte me mata, pero me mantiene viva, y aún conservo la esperanza de encontrarte en el camino. Pueden pasar 50 otoños, mi apariencia no será la misma, tal vez mi mente borre algunas cosas, y el espejo me devuelva una imagen que me muestre lo implacable que es el tiempo, pero tu recuerdo seguirá ahí, intacto, joven, eterno, y golpeará mi puerta y le abriré mi alma para llenarla de suspiros, y vestir otro otoño de nostalgia.

Sólo espero que si te sacaste mi recuerdo y lo guardaste como si fuera un abrigo, te lo vuelvas a poner cada vez que sientas frío, aunque sea un ratito, un momento, un instante, cuando tu olvido se distraiga, y mi recuerdo te sorprenda.