Valentino y Alfonsina

Alfonsina pregunto: ¿Por qué duele tanto la vida?.¿Por qué cada vez me cuesta más respirar?. ¿Por qué mis días se terminan antes?. ¿Por qué a mis sueños los alcanzan otros?. ¿Por qué todo pasa de largo y nada se queda?. ¿Por qué cambian las estaciones y no traen nada nuevo?. Para qué extrañar tanto a alguien, si ya no piensa en tu existencia?. ¿Qué tengo para dar y le pueda servir a alguien?




Y Valentino salió a su encuentro, aunque las preguntas no fueron formuladas para el, respondió…
No tengo todas las respuestas, es más, no me creo capaz de intentar siquiera responderlas. Pero si vieras lo que hay en tus ojos, ese brillo que ilumina todo cada vez que te miro, tus interrogantes no tendrían razón de ser, se curarían tus heridas, y entenderías la importancia de un nuevo amanecer.


Volví!!! ¿Ya era hora no?

Nada es para siempre, las cosas buenas a veces duran poco, y las malas se quedan un tiempo más, de nosotros depende que lo mejor de la vida sea eterno, luchar porque no se escape, gozar los instantes para saborearlos en el futuro, y que te sigan llenado el corazón cada vez que los revivas. Yo siempre dije…las cosas que duelen vienen solas, y a la felicidad hay que buscarla, y si no está a la vuelta de la esquina, seguro la encontrarás en unos ojos que te miran sin motivos; en una sonrisa que te sorprende, y le roba un gesto a tu cara casi sin quererlo; un abrazo sin pedirte nada a cambio; ver cuanto le importás a la gente que amas; contemplar una noche estrellada, aunque la luna ni se entere que te estás inspirando en ella; dejar que la lluvia te roce la cara, y que sus gotitas le curen las heridas a tu alma; disfrutar de largas charlas, profundas y tontas, no importa de que se hable, lo que realmente importa es el ser maravilloso que te acompaña, que te espanta las soledad, y con sus palabras te llena de calma.
Son tantas cosas las que te gritan que veas la mitad del vaso que está llena y no la vacía, tal vez por tratar de llenarlo te perdés de lo que está a tu alcance, y no lo ves por no saber mirar, y no lo sentís por no saber escuchar, y no los tocás por no estirar tu mano.
Yo aprendí a disfrutar de las pequeñas felicidades, así que no estoy dispuesta a cambiar mi forma de ver las cosas, de mí depende no hacerme grande, y mirar todo desde la mejor perspectiva, y seguir buscándole el lado bueno a las cosas, aunque no parezca si lo tiene, porque si sufro por algo, ese dolor me hará un poco más fuerte.

Estoy de vuelta, y hoy más que nunca me aferro a unas palabras que le regalé a una persona que amo mucho… Nunca termines de empezar, porque empezando un nuevo día, un proyecto, un trabajo, una idea, un camino, un cambio, una ilusión, un sueño, es demostrarle a la vida el respeto que se tiene por ella, y que a pesar de todo siempre vale la pena vivirla intensamente.

Sin título

Éste pequeño post es para comunicarles algo a todo ustedes que siempre me visitan, a pesar de que mi blog tiene 4 meses de vida, es mucho lo que me ha dado hasta ahora, ha llegado gente que me permitió conocer blogs increíbles, con algunos me identifiqué mucho, y estoy muy agradecida por eso.

En éste momento estoy pasando por un problema de salud, no es grave, pero me llevó a sufrir de estrés, es por eso que necesito tomarme un tiempo, unas pequeñas vacaciones. Sólo les pido que cuiden mi blog, que no lo olviden, en cuanto regrese yo les aviso. Voy a estar en contacto cómo siempre con todos mis compañeros blogueros, leer sus rinconcitos me ayuda mucho, así que no se van a deshacer de mi tan fácilmente.
Sólo es un tiempo, hasta que la inspiración aparezca, mi blog se merece que le dedique toda mi atención, esa que hoy no tengo.

Sigan escribiendo cómo hasta ahora, gracias por todo, y hasta dentro de un tiempo.
Vane

Te conocí...


Te conocí sin imaginarte,
yo esperaba el amor de mi vida,
y encontré el amor de una tarde.
Te vi sin entender, no eras mi destino,
pero tus ojos me recordaron
que uno hace planes, y la vida cambia tu camino.
Tal vez me olvidé de dar vuelta el reloj
y llegué tarde a su encuentro,
pero es tan sabio el tiempo,
yo pensé que era el final, y me regaló tu comienzo.
No tengo mucho para ofrecer,
unas manos frías, mi ala izquierda quebrada,
un alma con carencias, y nostalgia en la mirada.
No tengo mucho para pedir,
tal vez algo para siempre,
y apareciste para darme un momento,
no se si durará una eternidad,
sólo te pido que inmortalices éste encuentro.



El ser que me permitió ser

Hace tiempo que te quiero escribir, no sé si por falta de valentía, y por no querer llorarte una vez más no lo había hecho, pero hoy tengo la necesidad de hacerlo, no lo niego, estoy frente a la computadora con las manos temblorosas y un nudo en la garganta, pero aún así las palabras quieren salir, y yo me entrego a ellas para regalarte éste momento.

A pesar que ya pasó mucho tiempo, todavía tengo tan presente todos los episodios que vivimos juntos, la pasión con que hacías las cosas; el talento para crear de la nada maravillas; la paciencia para explicarme mil veces lo mismo; tu increíble solidaridad para ayudar a todo aquel que lo necesitara; y el inmenso amor por los que estaban a tu lado; ese conjunto de cosas eran muchas de las cualidades que te hacían un ser especial, y no se notaba el carácter “tano” que te heredaron tus abuelos, que es el mismo que tengo yo.
Son poquitos los recuerdos que tengo, pero los revivo a diario para no olvidarlos; irte a encontrar cuando volvías del trabajo; esa inmensa e inexplicable felicidad que me provocaba ver que me estabas esperando cuando salía de la escuela; sentarnos a contemplar las noches, y contar satélites -eso me hacías creer-; toda aquella súper producción, para que yo viviera cómo nadie la llegada de los reyes magos; todos esos recuerdos están más presente que nunca hoy.

Ay viejo!!! no quiero ponerme triste, pero te pido que me entiendas, fue difícil para mí despertarme un día y ver que te habías ido para siempre, ni siquiera me pude despedir, no me acuerdo si te abracé, si te dije que te amaba mucho. Todos los días te extraño, es que te fuiste antes de tiempo, y te llevaste contigo todos los cuentos que no pudiste leerme, los abrazos de consuelo para no sentir miedo, las cosas que no pudiste enseñarme, y algo de mi alma también te llevaste.

Ya pasaron varios años de tu partida, te cuento –aunque ya lo sabés- que estoy muy bien; mi vida está bastante organizada, aunque te confieso que a veces no puedo con ella; trato de ser una mejor persona todos los días; hay sueños que todavía no alcancé; tomo todo lo positivo, y disfruto de las pequeñas cosas y así consigo ser feliz, a las experiencias negativas le busco un lado bueno, me ayudan a crecer; sigo tan sensible cómo cuando tenía 7 años; y todos los días te recuerdo.
Me lleno de orgullo cuando mi mamá, o una persona que me cruzo en la calle me dice…sos igual a tu padre, que alegría me da saber que soy lo que vos fuiste, pero en versión femenina, ojalá pueda parecerme un poco más, y llegar a ser el gran ser humano que fuiste, un ejemplo de lucha, un padre excepcional, y alguien tan, tan especial cómo vos; yo creo que por eso te fuiste tan temprano, allá arriba te necesitaban.
Si volviera a nacer me gustaría que fueras mi padre otra vez, pero le pediría a Dios que te dejara un rato más conmigo, aunque creo que siempre estás, antes cómo papá, y desde hace algún tiempo cómo ángel de la guarda.

Donde estés –seguramente es un lugar hermoso- feliz día papá!!!

TE AMO VIEJO!!!


Mi otro yo


Hoy me desperté cómo siempre, pero esta vez no lo hice sola, alguien a los pies de mi cama me contemplaba ansioso, yo no sé si me desdoblé, o el espejo se cayó encima de mí, pero mi otro yo estaba ahí, me miraba, me examinaba, no sé si estaba feliz por ser parte de mí, o quería salir corriendo a compartir su vida con otra persona.
Después de unos minutos sin entender si eso era un ataque de locura, o parte de un sueño, me sedujo la idea de verme cómo me ven los demás, así que me sacudí el impacto, y me dediqué a espiar, seguir, y disfrutar de “eso” que se parecía mucho a mí.

Comenzamos el día a la misma hora de siempre 7:30 de la mañana, no podía entender cómo un ser “normal”, desayunara tan rápido y se conformara con tan poco, ay pobre panza a mitad de la mañana!!!, y así salimos a enfrentar un nuevo día, cumplir con las obligaciones, e intentar que la rutina no nos devore. Sólo viéndome comprendí porque a veces llegaba tarde al trabajo, o tenía que correr…claro!!! si intercambiaba palabras con los que encontraba en el camino, y la mirada se perdía en algo que atrapaba mi atención.
A pesar de que mi trabajo es estresante a veces, al verme comprendí que estoy cómoda en el, y al ser la única mujer allí me di cuenta porque me siento la reina del lugar; entre papeles, risas, algún detalle que pinta mi rostro de rojo, llevo la jornada de buen humor.
Una extraña sensación de bienestar me invadió, creo que aquel personaje tan igual a mí ya me caía bien, y me gustó encontrarme en el camino.
Volvimos a la casa para almorzar, y recuperar energías para enfrentar la recta final del día, y cumplir con lo que nos queda en el trabajo.

A la hora de la salida, y la libertad completa ya me sentía súper conmigo, me gustaba verme caminar, pensar, regalar sonrisas, robarme historias, jugar con algún niño que se diera cuenta que era un adulto sin ser grande; me sonreí al entender que siempre me sería fiel; que si me engaño es para huir un rato del mundo; que si me callo es para escuchar, y si grito es por pura desesperación; me di cuenta que no hablo sola, hablo conmigo, y lo bueno es que nadie me lleva la contra; vi tantas cosas al contemplarme.

Cuando llegó la noche vinieron con ella los balances, y el momento de enfrentarme, necesito que me escuches, no todo es color de rosa, hay cosas que no entiendo, hay cosas que no me gustan. No podés perder la paciencia tan fácilmente. No corras tanto, la vida no se termina mañana. Tenés 28 años ya es tiempo de ser más ordenada. Quiero que me expliques cómo podés ver la misma película 10 veces; que te sigas riendo tanto con las mismas historietas de Mafalda. ¿Por qué te gustan los finales tristes?. ¿Cómo podés comer kilos de dulce de leche sin empalagarte?. Tenés 108 cds…¿por qué siempre escuchas los mismos?. Ya es tiempo de no pelearte con Dios, no toda la culpa es de El por lo que pasa, nosotros los humanos somos causantes de tantas catástrofes, tanta crueldad. También es tiempo de ser más fuerte. Creer de verdad y aferrarte a eso de…la esperanza es lo último que se pierde.

Antes de irnos a dormir, o de despertarnos –porque todavía no se si esto es un sueño-, me gustaría decirte, pedirte que no pierdas esa sonrisa; ni el brillo en los ojos; esa capacidad de asombro te puede rescatar muchas veces; no dejes de ver la vida de esa manera; seguí disfrutando de los más sencillo, y de las pequeñas felicidades; si aprendés a ser fuerte, no renuncies a tu sensibilidad; no dejes de escribir; no dejes de creer que podemos tener un mundo mejor; y sobre todo no dejes de soñar.
Son tantas las cosas que te quiero decir, y hay otras que me voy a olvidar, pero ya es hora de terminar, no sé cuando tenga la necesidad de volverte a encontrar, pero estoy feliz de ser parte de ti, y de que seas parte de mí, y que juntos disfrutemos de lo complejo y hermoso que es vivir.

A un año de seguir un hermoso impulso



La imagen y el link pertenecen a un blog muy especial para mí.


Esta historia nace entre los meses de marzo y abril del 2007, yo buscaba información sobre un libro muy importante para mí, sin querer, sin saber me encontré con unas páginas sueltas y de colores, lo que atrapó mi atención fue que en ese espacio alguien leyó y comentó sobre el libro que yo buscaba.
Desde ese momento comencé a visitar de forma silenciosa ese blog, así fue cómo poco a poco la dueña de ese espacio me fue atrapando con sus historias, algunas vestidas de nostalgia, casi pasando la línea que la separaba de la tristeza, pero eso no impedía ver la luz que brillaba en su interior.
Tal como su nombre lo indica esas páginas sueltas y de colores, ya no estaban sueltas, en mi interior las había atado para nunca más dejarlas salir, ya formaban parte del libro de mi vida, y una sensación extraña me gritaba que tenía que conocer a esa persona. Así fue cómo siguiendo un impulso, y casi sin permiso aquel 6 de junio del 2007 me metí en la vida de la que hoy es mi gran amiga Martha (para mi Martu).

En éste año –que parecieron 10-, hemos alcanzado una gran amistad, yo creo que es tan fuerte porque la fuimos conquistando poco a poco, entre mails que fueron armando historias, la de ella y la mía que en un punto no eran tan diferentes, llamadas el fin de semana que sorprendían mucho, paquetes que llegaron a fin de año llenos de detalles, de esos que te hacen sentir especial, a tal punto de decir…yo merezco tanto?. Celebrar nuestros cumpleaños casi, casi el mismo día, si!...por si fuera poco somos del mismo signo, nacimos bajo los encantos de un pececito que hace que amemos el mar, esa es una de las tantas cosas que tenemos en común. Tener tanta confianza para hablar de cosas tan simples, y morirnos de miedo con los mismos fantasmas, y tratar de darles pelea, creo que ahora es más fácil, para mí lo es.
No tengo cómo agradecerle a Maru todas las cosas que le aportó a mi vida, el viento que le sopla a mis alas, el esfuerzo que hacer para despertar mi ego –cosa que no tengo-, y hacerme entender que tengo talento, éste blog nació por ella, hasta el nombre, porque una madrugada mirando por la ventana de la cocina de mi casa, vi una estrella fugaz, y en ese momento le dije a Martu –que estaba en el teléfono-, en vez de un abrazo te mando esta estrella…pedí vos el deseo, y meses después nació la “chica de las estrellas fugaces”. Son tantas cosas las que Martu piensa de mí, hasta quiere hacerme creer que mi guitarra y yo algún día vamos a componer una canción, y no me atrevo a decirle lo contrario, ahora tengo la obligación de hacerla, ahora como dice ella tengo un fan, y tengo que estar a la altura de sus expectativas, ojalá no la defraude nunca, en ningún aspecto, el que más me interesa es ser la amiga que ella tanto necesita, y estar ahí en todos los episodios de su vida, espero que sean todos buenos porque se lo merece, yo voy a ser la primera en celebrarlo, y si le toca vivir alguna pena, con más razón le voy a apretar más fuerte su mano para que se sienta más apoyada y segura que nunca, siempre decimos…Vamos a darle pelea a los fantasmas, y juntas si que podemos.

Hay cosas que me marcaron éste año, y una de las que más recuerdo y nunca le voy a terminar de agradecer, fue cuando me tocó vivir aquel pequeño pero molesto problema de salud, fueron noches de mucho dolor, y ella no me dejó sola hasta asegurarse que me durmiera tranquila, ay Martu gracias por eso!!!.

Intento recordar todo, pero es imposible escribir tantas cosas, y también alguna se puede escapar, pero para resumir lo que es Martu para mí, diría que ella llegó para mostrarme todas las cosas positivas que puedo tener, que puedo llegar lejos si me lo propongo, que tengo una cómplice perfecta que sigue y disfruta mis locuras, que puedo hablar de todo lo que me duele, y a lo que le tengo miedo, que puedo dejar mi alma en cueros porque ella con su amistad le da el abrigo que necesita, en fin…Que amiga me regalo la vida!!!.

Martu: creo que te voy a aburrir porque siempre te digo lo mismo, pero quiero darte las gracias una vez más, gracias por todo lo que me has regalado, gracias por tanto apoyo, gracias por estar ahí todos los días, y gracias por ser una amiga increíble.

Ya pasó un año... ¿Vamos por más?


¡TE ADORO AMIGA!!!

Un amanecer más temprano





Hoy amanecí más temprano que nunca, desperté entre mantas que me protegen del frío, y miedos que encueran mi alma. Me tocó ver el pedacito de cielo que entra por mi ventana, ese que es sólo para mí, que a veces llora conmigo, y también se enciende a la par de mis ojos.
La luna no quiso aparecer, sé que estaba en alguna lugar, pero no quiso ser parte de mi cielo exclusivo, le pareció más atractivo dejarse seducir por alguien que le estaba regalando una serenata, el ego de saberse tan hermosa no le permitió estar ahí para mí, ella sabía que sólo tenía una nostalgia y dos suspiros…Qué poco verdad?, ella que inspiró versos por siglos, y es testigo de grandes historias, no aceptó la invitación de mi desvelo, y se perdió la fiesta de mi amanecer.
Intenté contar las estrellas que se dejaban ver dentro del marco, cuando iba por la número quince, un susurro me hizo perder la cuenta, no sé si era una canción; versos; palabras de amor; suspiros que por error pasaron, y se quedaron a ponerle banda de sonido a mi amanecer; pero eso que escuché sin saber bien lo que era, me habló de sueños; de horizontes lejanos y posibles; de abrir puertas; de agregarle palabras nuevas a mi diccionario; de instantes mágicos; y de que en éste mismo momento, alguien contaba estrellas y también perdió la cuenta por escuchar un susurro, y sin entenderlo demasiado supo de mi sin saber de mi existencia.

Los rayos del sol ya quieren aparecer, ya no tardan en entrar y arrugar mi cara con su claridad, pero yo no quiero que termine, hoy quiero quedarme en mi lugar encantado, y quiero que la vida me incluya en todo los momentos, hoy voy a hacer que todo el día sea un amanecer, para nunca perder las ganas de empezar.