Cumpleaños por dos




A mi me gusta regalar posts y más cuando se trata de una fecha especial y personas que quiero y son cercanas a mí. Este post es doble, va para mis dos grandes amigas Carolina y Mariela.


26 de noviembre cumple de Carolina


Caro: éste año fue un poquito difícil te han pasado cosas que no esperabas y mucho menos merecías, pero hoy cumplís un año más y eso es motivo mas que suficiente para celebrar, además se termina el año y con el dejás atrás esas cosas que dolieron mucho. Estoy segura que el siguiente año será todo lo contrario a éste y vas a vivir muchas cosas lindas, no tengas dudas de eso. Así que mucha fuerza, respirá profundo y sentí lo lindo que es estar vivo.
No importa si no me querés atender el teléfono cuando estás tristes, y evitas verme para no hablar de cosas serias, yo te quiero igual y siempre voy a intentar ayudarte aunque te escondas de mí, de verdad te lo digo, sabes que contás conmigo siempre, desde que nos hicimos amigas siempre fue así.
Que pases un día maravilloso, seguro que abrazos, sonrisas, regalos no te van a faltar, ojalá te guste éste humilde detalle pero no te preocupes te compré otra cosa, jajajajajaja, nos vemos más tarde para festejar. ¡Te quiero mucho morocha!!!



29 de noviembre cumple de Mariela


Marie: para vos también fue un año complicado, parece que a las buenas personas le pasa de todo, pero es increíble la fuerza que tenés, es admirable la forma como ves y encaras la vida, yo creo que te impulsan esos dos soles que tenés en tu casa, y de ahí te convertís en una súper mamá y no hay quien pueda con vos, apretas los puños y le peleas a la vida como viene. Siempre pienso que si algún día tengo un hijo me gustaría ser tan buena madre como vos.
Que tengas un hermoso cumple, la distancia no me va a permitir estar ahí, pero seguro te voy a llamar muchas veces por teléfono para acortar la distancia.
Te deseo todo lo mejor, y ya por favor que el próximo año te traiga sólo cosas buenas, le podemos pedir eso a los reyes ¿no?. Te quiero mucho brujita!!! –eso fue con cariño-.


Amigas, niñas, pequeñas, que se la pasen genial, y junto con éste año más de vida también venga todo eso que desean y se merecen, yo sé que tener una amiga como yo es genial, pero más cosas no estarían mal ¿no? Como que en la última parte del post me agrandé, jajajaja.



¡Felicidades!!!

Valentino y Alfonsina




Valentino y Alfonsina estaban sentados en la vereda como lo hacen siempre. Ahí cuentan estrellas, juegan bajo la lluvia, intentan llegar al final del arco iris, son los superhéroes más originales y únicos, se mueren de miedo. A veces son tan adultos que sorprenden, y a veces tan niños que te gustaría imitarlos.

Alfonsina encontró detrás de un árbol una bolsa de papel celofán con algo dentro que le llamó mucho la atención. Sin abrirlo corrió sin pausa junto a Valentino.


-Valentino, Valentino, Valentino, mira lo que encontré, no sé lo que es pero me parece tan hermoso que me da miedo abrirlo.
-Tienes razón Alfonsina parece un tesoro, ¿y si lo abrimos?.
-Tengo temor, ¿y si se escapa?.
-Si se escapa habrá sido libre, pero si se queda encerrado perderá su razón de ser.
-Esta bien Valentino pero yo no voy a mirar –con las manos en sus ojos Alfonsina se negó a ver-.
-¡Esto es único Alfonsina!!!, es un sueño, dentro de la bolsa hay un sueño, no te pierdas la fiesta de tener un sueño entre tus manos.
-Alfonsina sin creerlo demasiado poco a poco se fue acercando, cuando lo vio se quedó muda de tanta hermosura. Cuando pudo pronunciar palabras tartamudeando pregunto: ¿qué vamos a hacer con el?. Pienso que deberíamos quedárnoslo.
-No Alfonsina, nosotros ya tenemos nuestros propios sueños, a pesar de que aún no se hacen realidad no nos podemos quedar con algo que no es nuestro. ¿No te pusiste a pensar que alguien perdió su sueño, y por ende tal vez sus ganas de vivir?.
-Es verdad, es tanta mi emoción que sólo pensé en mí. ¿Pero cómo saber de quién es?.
-Esa será una tarea difícil, propongo dejarlo donde estaba y regresar mañana.
-Me parece muy buena idea Valentino. Mañana si todavía está ahí tomamos una decisión.

Esa noche no pudieron dormir por la ansiedad, al otro día estaban antes de que saliera el sol junto al árbol.
El sueño continuaba ahí, perfecto, intacto, inmóvil. Los dos niños se miraron en silencio por un rato hasta que Valentino dijo:

-Ya sé lo que vamos a hacer, nosotros no nos podemos quedar con el, no nos pertenece, además ya tenemos algunos sueños cumplidos y otros por realizar, mejor se lo regalamos a alguien.
-¿A quién?. Yo no conozco a alguien que necesite tanto de un sueño.

En ese instante Valentino se acordó de Zezé, un chico que había conocido el dolor antes que aprender a leer, y la vida se había encargado de hacerlo grande antes de tiempo.

-Alfonsina ¿te acuerdas de Zezé?, ¿el chico de los pies descalzos?, ¿aquel que se negó a jugar con nosotros por falta de ilusiones?.
-Si, lo recuerdo perfectamente, pero hace mucho que no lo vemos, ¿dónde vivirá?.
-Es cuestión de preguntar, a Zezé mucha gente lo conoce.

Después de varios días de búsqueda, preguntando a la gente en la calle, encontraron la casa de Zezé.
Sin hacer mucho ruido se acercaron a la puerta y dejaron el sueño con una nota que decía: Zezé ojalá nunca dejes de creer, vuelvas a ser el niño que perdiste, un adulto solidario, y un anciano que en sus últimos días tenga ganas de hacerlo todo de nuevo otra vez.

Hoy

Hoy no quiero salir, afuera todo se sigue partiendo en dos. Hoy me quedo en mi lugar encantado junto con mis duendes, tal vez uno de ellos me susurre lo que siempre quise escribir, y nunca pude por no encontrar las palabras.
Hoy necesito un instante egoísta, un ratito para mí, puedo correr el riesgo de que la nostalgia se instale en mis cuatro paredes, pero aún así pienso gozarla y sacar lo mejor de ella.
Esta noche voy a quedar en deuda con la luna, hoy mis suspiro viajarán en otra dirección aunque no lleguen a destino. Seguro una estrella fugaz hoy le encenderá una ilusión a alguien en la calle, y llegará a su casa con ganas de soñar un rato.
Hoy mi guardarropas tendrá colgado algo diferente: mi par de alas que aún no realizan su mejor vuelo.
Hoy no necesito más zapatos que mis pies descalzos esperando dejar sus mejores huellas en el suelo, y en la vida de alguien.
Hoy quiero aprovechar éste silencio para hacer un pacto con el destino, seguro hacemos un buen trato, y yo vuelva a creer en el.
Hoy quiero mirar al pasado y sonreírle, aunque no se lo merezca.
Hoy me gustaría que me partieran el corazón para sentirme más viva que nunca, y ser feliz juntando los pedacitos.
Hoy me gustaría que la valentía sea más que una apariencia.
Hoy me gustaría encontrar eso que nunca tuve, y a pesar de no saber bien de que se trata lo echo de menos.
Hoy voy a intentar reírme mucho y sin motivos, porque para hacer cosas locas sólo hay que ver la vida de una óptica que valga la pena.
Hoy quiero que el amanecer me encuentre despierta, para sentir que el mañana es mío hoy.

Tal vez

Tal vez…
El final del cuento que tanto nos atrapó no tenga el final que esperamos, pero aún así palabra por palabra, y con algo de miedo continuamos con la historia.

Tal vez…
Tu rompecabezas nunca encuentre las piezas que le faltan, pero lo importante es ver las imágenes que ya has formado.

Tal vez…
A tu amanecer le falte un suspiro, pero no dejes de encuerar tu alma cada vez que una emoción intente atravesar tu piel.

Tal vez…
Un impulso sea el camino a un regalo, no dejes que la cordura te impida averiguarlo.

Tal vez…
“Las cuerdas rotas” de una guitarra no te dejen terminar la melodía, pero seguro guarda una hermosa canción, como el mensaje que nos regaló un ser lleno de luz.

Tal vez…
El dolor no te deja ver que la tristeza es pasajera, y que grandes cosas pueden salir de una pena.

Tal vez…
La respuesta que necesitas no está en las palabras, sino en el silencio y la mirada de alguien.

Tal vez...
Aún no llega el verdadero amor, no lo dejes de esperar, y estar puntual a la fiesta de su encuentro.

Tal vez

Con la llegada del otoño se instale la nostalgia, pero no dejes de disfrutarla porque también puede darte felicidad de un color que no imaginabas.

Tal vez…
Dios te defraudó, pero siempre habrá una razón para juntar tus manos y volver a creer.

Tal vez…
La vida no sea como la soñabas, pero seguro en ella hay cosas maravillosas, de esas que no esperabas.