De un tiempo hasta hoy he perdido algunos motivos; hay sentimientos que no los puedo leer, ver, ni escuchar, y emociones que jamás voy a sentir. Lo que ya no ocurrió el destino se encargó de avisarme que tampoco vendrá.
Pero siempre pasa algo que te rescata y te hace saber que a final de cuentas estás vivo.
A veces tus más grandes aliados, esos que llevan el disfraz de amigos, no son más que seres especiales, ángeles terrenales que con un toque de magia te devuelven lo que sientes perdido.
También un simple detalle, un gesto, una solitaria y dulce palabra te hacen saber que para alguien eres importante, eso da fuerzas y llena de colores el presente, y el boceto del futuro tendrá buenos cimientos.

En este caso una historia de cuatro minutos treinta y cuatro segundos, con la que yo me tropecé, y que me la contó un joven cantautor que no sabe de mi existencia, y nunca se enterará que con su breve cuento lleno de imágenes, letras, y sonidos me regaló un ratito de ternura, me robó una lágrima y me dibujo una sonrisa.

¡Gracias Noel por recordarme lo hermoso que es suspirar!!!

Noel Schajris
-No velo la hora-
Álbum: Uno no es uno