Tratando de mejorar el patio de mi casa, para que mis ocho mascotas se sientan cada vez más cómodas, y pueden convivir en perfecta armonía como hasta ahora, encontré algo que en mí provocó la mezcla de muchos sentimientos.

Plantando un árbol, enterrada encontré una pluma muy desgastada, algo quebrada y sin tinta, mi imaginación comenzó a volar muy lejos, lo primero que vino a mi mente fue la mano de mi padre, pero debo confesar que si pienso que esa pluma formó parte de todos sus dibujos y diseños no creo poder terminar con este texto, seguramente las lágrimas confundirán las letras en este trocito de papel, dejando invisible el boceto de relato que intento crear con mi gran hallazgo.

¿Cuántos años lleva escondida debajo de la tierra? ¿Quién fue su cómplice para llegar a la creación? ¿Cuántas cartas escribió? ¿Habrá robado algún suspiro? ¿Su tinta habrá dejado una huella endeble o indeleble en el alma de alguien? ¿Los castillos que dibujó todavía seguirán cuidando a bellas princesas? ¿Las primeras líneas con forma de obra de arte colgarán de alguna pared? ¿Logró conquistar a alguien con declaraciones de amor? ¿Habrá escrito alguna canción? ¿Tal vez pudo erizar a un corazón con latidos vencidos?

¿Logró regalarle un mensaje al mar? ¿Conquistó a la luna en una noche clara con manto de estrellas? ¿Sus letras fueron las protagonistas de un momento? ¿Sus poemas llegaron a alguna puerta? ¿Los versos se confundieron con la brisa y aterrizaron al pie de un ventanal? ¿Una tarjeta pudo provocar el primer beso en un viejo zaguán? ¿El mensajero llegó puntal a la impaciencia de una chica? ¿Habrá encontrado la forma de realizar el mapa que conduzca al tesoro que se encuentra al final del arco iris? ¿El cuento tuvo final para que la niña puediera escucharlo antes de dormir? ¿Un testamento con herencia en millones de cosas sencillas? ¿La paloma junto con su libertad, pudo amarrar los abrazos a distancia con la notita que le tocó entregar? ¿El pirata pudo volverse honesto y devolver el cofre con palabras sin dueños, pero que eran de alguien? ¿Los reyes magos habrán entendido la letra de esa personita que dejó su zapatito esperando un sueño? ¿Los duendes que fueron buscados, encontraron al cómplice con quien jugar? ¿Y los ángeles a cada humano a quién cuidar? ¿Al cortarle el hilo a la cometa, Dios pudo recibir la plegaria que llevaba escrita?

Cuantas interrogantes; los que nacimos para imaginar, ver más allá, intentar crear, atrapar musas, plasmar lo que te dicta la inspiración en lo que tengas al alcance de la mano somos así, nos vamos muy lejos aunque nuestros pies tengan raíces.

Aunque me haya engañado para poder terminar esta historia, estoy segura que la pluma era de un gran artista, pero sobretodo un increíble ser humano: mi papá. No sé si me habrá querido decir algo en silencio usando las señales, no sé si esa pluma es un grito mudo para impulsarme a no dejar un sueño, y hacer lo imposible hasta que sea una realidad. Siento que lo sé todo y a la vez nada, lo que si tengo claro es que aunque no pueda escribir con ella, eso no será un impedimento para que mis manos sean el lugar perfecto, donde la inspiración brote con sólo contemplar esa pluma, y todo lo que se ha perdido por haber estado escondida tanto tiempo, sea una matizada realidad a través de mis letras.