Foto: Vanessa R.


Entre la suma de tu resta puede haber grandes diferencias.
Entre lo positivo y negativo rescato el valor de tu presencia.

Tú puedes oscurecer mis momentos, y hacerme brillar al mismo tiempo.
Tú sacas lo peor de mí, pero me devuelves lo mejor para dar y ser.

Tú…tan sólo tú, tumbas mi equilibrio y me dejas temblando.
Tú…tan sólo tú, consigues una tregua entre Dios y yo rezando.

Entre las preguntas y respuestas me dejas sin argumentos.
Entre tus idas y venidas están los comienzos y las despedidas.

Tú puedes apagarme el sol, y encenderme la noche con oír tus pasos.
Tú provocas que la rabia me invada, y también que el amor siempre gane.

Tú me enseñaste que los recuerdos fueran una fiesta, y el olvido amnesia.
Tú trajiste al pasado para poder crecer, y al futuro con cada amanecer.

Tú…tan sólo tú, tumbas mi equilibrio y me dejas temblando.
Tú…tan sólo tú, consigues una tregua entre Dios y yo rezando.