"ME"

Guárdame sonrisas, por si se me escapan las alegrías.
Enciéndeme tu mirada, por si se me apaga la fe.
Muéstrame las líneas de tu mano, por si olvido el camino de regreso a casa.
Ábreme tus brazos, por si mis lágrimas necesitan encallar.
Dibújame una ventana, por si se me cierran las puertas.
Constrúyeme un castillo, por si me invitan a sentirme una princesa.
Llévame a una montaña, por si la niebla decide ser puntual, así puedo confundir el suelo con el cielo.
Préstame un proyecto, por si el destino da vuelta el tablero y me gana lo que aposté.
Espérame junto a la hoguera, por si empiezo a necesitar, extrañar, y suspirar.
Regálame tu paciencia, por si mi egoísmo decide averiguar lo que significa dar.
Háblame, por si un impulso tapa mis oídos y no quiera escuchar.
Amárrame al cordón de tus zapatos, por si pierdo el significado de la libertad.
Suéltame para enseñarme, por si confundo lo que significa amar de verdad.
Júntame las manos con la de un niño, por si un día intuyes que estoy dejando de creer, y mis ganas de nunca terminar de empezar estén llegando a su final.

Tu día

Otro año más…
Otro día más…
Es toda una vida de ausencia, y yo te extraño igual.
Otro año más…
Otro día más…tu día, y sé que no estarás.


Para mi papá que se marchó a destiempo. Feliz día viejo!

Sin comienzo


Foto: Vanessa R.

En un mar de partituras sigo dibujando las notas de una canción. En la soledad del desierto, en la compañía del silencio los latidos de un corazón ansioso marcan el ritmo de una melodía.
Todo está en su lugar para poder terminar, y yo...yo no sé como empezar.

Encuentro


Foto: Vanessa R.

La gitana no dejaba de caminar, iba y venía de un extremo al otro en la plaza. Al igual que Casandra tenía el don de presagiar, pero nadie creía en ella.

Sentado en un viejo banco se encontraba un hombre, a pesar de la distancia ella vio en la profundidad de sus ojos frustración y derrotas.
Con una sensación de impulso o pena, en silencio la gitana se acercó, al rozarle el brazo, él en un acto defensivo le dio la espalda.

-No sientas temor, no le hago daño a nadie.
-No le temo a usted.
-Entonces ¿Por qué me esquivaste como si hubieras visto a un fantasma?
-No quiero hablar.
-¿Me dejas ver tu mano?

En silencio sostenía sus puños muy apretados, como si en sus manos guardara algo muy valioso que no estaba dispuesto a compartir. Ella insistió tomándole las muñecas.

-¿Por favor me dejas ver las palmas de tus manos? No voy a cobrarte nada. ¿Me creerías si te digo que algo importante pueden esconder tus líneas?
-Si, le creo.
-¿Entonces por qué no abres los puños?
-Porque tengo miedo que exista la posibilidad de que los trazos de mis manos, muestren el camino donde se dibuje la felicidad.


 Ismael Serrano
-Casandra-
Álbum: Sueños de un hombre despierto


Utopía


Foto: Vanessa R.

Utopía desde que supe de tu intangible existencia comencé a soñar, aunque ellos me dijeran que no eras buena consejera yo te veía como una estrella, algo tan lejano pero con tan sólo levantar un dedo podías tener al alcance de la mano.
Utopía me enseñaste a querer encontrar, inclusive mucho antes de saber que era lo que quería buscar.
Utopía en esta noche de lluvia no me cierres los ojos, a veces los sueños suelen ser peligrosos, porque ahí todas las cosas son posibles, y yo quiero que siempre seas tal cual te conocí.
Utopía no permitas que el viento me cuente lo que hay detrás de aquella leyenda, la de como los reyes magos bajaron por la chimenea para traerme lo que les pedí cuando escribí mi primer carta, tampoco como hicieron para entender la letra y perdonar las faltas de ortografía.
Utopía ¿Es verdad que a veces te pareces al amor? Yo creo que a esa interrogante la puede responder mi corazón, todavía recuerda los maravillosos momentos en donde se aceleró.
Utopía nunca me muestres la línea que separa la realidad de la fantasía, porque mis palabras encontrarán límites, y así perderán el sentido mis ganas de escribir.
Utopía si un día me invitan a tu cita por favor no seas puntual, déjame plantada, posterga y si puedes para siempre esa visita.
Utopía nunca abandones el lugar donde vives, a tres metros del infinito está tu casa, no emprendas ese viaje, porque al sentirte real y posible todo se volvería aburridamente fácil.