Celebrar un año más de tu nacimiento vale mucho la pena, a pesar del dolor de saber que no estás para compartirlo con nosotros.
Celebrar esta fecha en que llegaste a un lugar, sin saber que con el tiempo te ibas a convertir en alguien más que especial, está por encima de estas lágrimas que inevitablemente se escapan.
Celebrar tu cumpleaños es mantener firme esa huella, es remarcar tus pasos a fuerza de recuerdos, ganándole batallas diarias al olvido.
Celebrar tu arte, es recordar que la exquisitez y perfección existieron a través de unas manos acariciando una guitarra, y una pluma marcando el ritmo del talento en un papel en blanco.
Celebrar tu ser es no bajar los brazos, es el espejo en donde mirar para saber el camino a seguir, es querer vivir, sentir, cantar, gritar, llorar, amar, extrañar, y tantos sentimientos inspirados en tu existencia.
Celebrar tu vida, haberte conocido, tu arte, tu ser, tu esencia, y tu recuerdo es urgente y necesario hoy, también lo será mañana, y la sumatoria de los días hará que celebrarte eternamente se vuelva una fiesta. Una fiesta de amigos desconocidos, amigos que con sólo mencionarte dejarán de ser anónimos para llevar la bandera de tu nombre, y bajo esa magia, imagino una playa con una gran fogata y todos al unísono cantando tus canciones, confundiendo al mar con el cielo, y a las estrellas con tus ojos.

Un grito desde el alma hasta el cielo: ¡FELIZ CUMPLEAÑOS SORAYA!!!