Sueños rotos



¿A dónde van los sueños rotos?

Tal vez a las alas de un ángel, para cuando sea el momento desempolvarlos y con los remiendos devolvértelos.
Tal vez a un viejo baúl, ese que guarda lo que nunca será tuyo, lo que siempre se te negó.
Tal vez al fondo de una botella, y cruzando el océano otros los puedan hacer realidad.
Tal vez en el vuelo de una golondrina, que al regresar del otro lado del mundo en una nueva primavera también traiga una nueva ilusión.
Tal vez en una función, donde el actor interprete la historia de tu vida, con un final parecido al que siempre quisiste.
Tal vez en una canción esté el consuelo, para entender que aunque roto se puede seguir vivo.
Tal vez en la cara de un niño, desde esa pequeña altura todo se ve más grande, y aunque fugaz todo puede ser posible.
Tal vez en el próximo tren, dicen que no pasa dos veces, o quizás si, pero…¿Cómo saber para intentar llegar puntual?
Yo no sé a donde irán mis sueños rotos, tampoco a donde irán los tuyos, pero si uno de estos días llegan a mi puerta, aunque no sea un artista los llenaré de parches y los regreso al pie de tu ventana, para que cuando amanezca tengas un motivo y yo un suspiro, por haber tenido aunque por poco tiempo un sueño entre mis manos.


Sandra Mihanovich
-Y hoy te vi-

Cuando bajan las persianas





Cuando bajan las persianas al caer el sol, suben las estrellas a jugar con tus deseos, la luna sólo es el testigo silencioso de tus más frágiles y enormes sentimientos.
Cuando llega la noche el recuerdo puede ser el más cruel de los fantasmas, atravesando tu pecho empujando suspiros. También esos recuerdos pueden llegar en las alas de un ángel, que viene a traerte el regalo de una mirada al cerrar los ojos, la brisa suave de la respiración de quien duerme a tu lado, la certeza de que algo puede ser para siempre, la duda de declarar amor a los gritos o por escrito, un desvelo desembalando sueños para querer hacerlos realidad pero junto a alguien más, el capricho de no querer dormir para que el amanecer no apague los latidos de un corazón que te sabe posible, que te siente presente con matices de futuro.
Cuando bajan las persianas llega la inspiración al balcón, tu musa duerme sin enterarse de lo que ocurre a su alrededor, de la vida y las palabras que pueden reposar en unos párpados tan inmóviles como sublimes. Nadie sabe que ahora unas manos, una pluma, una guitarra y un par de hojas, danzan todas juntas intentando crear algo que esté a la altura de un momento único
Cuando bajan las persianas se asoma un mundo distinto, la nostalgia puede venir a buscarte, una canción llegue para rescatarte, o la fantasía te invite a volar sin salir de ese lugar encantado que también has creado para alguien más, y con la complicidad de lo cotidiano logar que se quiera quedar, aunque le abras las ventanas de para en par.
Cuando bajan las persianas puede ser que todo sea distinto afuera, que el ruido y la gente intenten sacarte, pero es imposible que puedan moverte si ya se han enredado tus raíces a las alas de quien te da la más perfecta libertad, bajo ese techo con reflejos de luna llena, y sobre un piso con trozos de cielo.
Cuando bajan las persianas encierro mi pedacito de noche para ganarle segundos al tiempo, para que no se apague la magia con el amanecer, todavía tengo mucho que decir y no quiero que se vaya con el alba. El amor tiene que saber que por amor sienta que las palabras no alcancen, que por amor el silencio no sea suficiente, aunque con una mirada emocionada y encendida lo diga todo, quiero que el amor sepa que por amor hoy escribo estas líneas, y aunque las persianas se hayan bajado es inevitable que no se escapen con el viento palabras desde el alma amarradas entre suspiros.


Ismael Serrano
-Por fin te encontré-
Álbum: todo empieza y todo acaba en ti


Letra

Por fin te encontré
como un candil brillando entre la nada.
Yo era Robinson
y descubrí tus huellas en la playa.
Tanto te esperé…
Yo, Adán expulsado del paraíso.
Tú, Eva maldiciendo la manzana.
Allá donde tu viajas va mi edén.
Por fin te encontré.

Te encontré por fin,
vagando por las dunas del pasado.
Y sacié mi sed,
bebí del breve hueco de tus manos.
Tanto te esperé…
La mirada de un niño tú me diste,
la luz de un verano que había olvidado,
el temblor que trae la primera vez.
Por fin te encontré.

Ven aquí no digas nada.
No hace falta, que la noche ya,
aprendió de tus silencios
y a descifrar nuestros cuerpos.
Derrumbemos las cautelas.
Compañera, estoy perdido y ya,
para tener miedo, es tarde.
Bendito azar es encontrarte.


Yo no te busqué
y apareciste abriendo una ventana
como un vendaval
que trajo perfume a tierra mojada.
Tanto te esperé…
Yo, Adán expulsado del paraíso.
Tú, Eva maldiciendo la manzana.
Allá donde tu viajas va mi Edén.
Por fin te encontré.

Ahora has de saber
que me hundo en tu mirada inabarcable.
Que esta aurora trae
certezas para espantar soledades.
Tanto, tanto te esperé…

Y puede que el planeta se derrumbe,
que la lumbre del mundo algún día se apague,
que el tiempo arrugue el alma y nuestra piel,
pero yo por fin te encontré.

Ven aquí no digas nada.
No hace falta, que la noche ya,
aprendió de tus silencios
y a descifrar nuestros cuerpos.
Derrumbemos las cautelas.
Compañera, estoy perdido y ya,
para tener miedo, es tarde.
Bendito azar es encontrarte.

Por fin te encontré
como un candil brillando entre la nada.
Yo era Robinson
y descubrí tus huellas en la playa.

Interrogante


¿Serías mi amiga si algún día nos separamos?

¿Ser tu amiga? Creo que si, seguro que si, porque el amor está por encima del egoísmo o intereses personales. Eso si...
No me pidas que no te extrañe.
No me pidas que no te necesite.
No me pidas que no te suspire.
No me pidas que no me duela.
No me pidas que no me llene de nostalgias hasta romper la luna llena.
No me pidas que no te recuerde una noche fría junto a la luz y el calor del fuego.
No me pidas que no te espere cada tarde al regresar a casa.
No me pidas que no repase nuestra historia cuando escuche aquella canción.
No me pidas que no regrese sobre mis pasos al lugar donde te conocí.
No me pidas que no te sueñe, si en mis mejores desvelos imaginé un para siempre.

No sé si esto responde a tu pregunta, pero si responde a mis sentimientos, y no sé si amistad es la palabra, pero si me tendrías a tu lado en cada una de tus urgencias, aunque yo me vuelva un ser mudo y partido al medio.


Miguel Bosé e Ivete Sangalo
-Olvídame tú-