Todas las tardes y a la misma hora pasaba por aquel lugar. Si bien no tenía aspecto de ser una niña de la calle, se notaba que en su vida había mucha carencia. Dueña de unos hermosísimos ojos negros, de una mirada que te regalaba imágenes, y derretía al corazón más duro. Así hacía su camino, sin darse cuenta de la ternura tan grande que inspiraba.
A veces llegaba sola, pero había días que la acompañaba alguien más pequeño que ella, le apretaba la mano con tanta fuerza, cuidaba tanto de ese ser que ni el mismo destino se hubiera atrevido a separarlas, yo creo que era su hermanita, tenía que serlo, sus ojos me lo decían.
Nada detenía su marcha: lluvia, viento, sol, frío, siempre estaba ahí, y yo esperaba puntual en la ventana para disfrutar la fiesta de su encuentro. Ella tenía para mí una sonrisa, yo le regalaba unas palabras que el cristal impedía que las escuchara.
Siempre se repetía la misma situación, hasta que mi curiosidad me llevó a ese lugar y pregunté: ¿qué es lo que busca esa niña que se acaba de ir y siempre viene por acá?, y una chica muy emocionada respondió: sólo busca algo tan simple y tan grande como hojas y lápices, esa niña sólo quiere estudiar.
A veces llegaba sola, pero había días que la acompañaba alguien más pequeño que ella, le apretaba la mano con tanta fuerza, cuidaba tanto de ese ser que ni el mismo destino se hubiera atrevido a separarlas, yo creo que era su hermanita, tenía que serlo, sus ojos me lo decían.
Nada detenía su marcha: lluvia, viento, sol, frío, siempre estaba ahí, y yo esperaba puntual en la ventana para disfrutar la fiesta de su encuentro. Ella tenía para mí una sonrisa, yo le regalaba unas palabras que el cristal impedía que las escuchara.
Siempre se repetía la misma situación, hasta que mi curiosidad me llevó a ese lugar y pregunté: ¿qué es lo que busca esa niña que se acaba de ir y siempre viene por acá?, y una chica muy emocionada respondió: sólo busca algo tan simple y tan grande como hojas y lápices, esa niña sólo quiere estudiar.
12 comentarios:
Vane:
Se me derritió el corazón nada más de imaginarme a la niña que describes, pero creo que me derritió todavía más imaginarte a ti tras el cristal de esa ventana con la imagen difuminada por la lluvia, escribiendo esta historia, tal y como si tu también fueses un personaje o parte de este cuento.
Recuerdo perfectamente cuando me contaste de esa niña, y creo que en aquella ocasión yo te dije que si en un tiempo futuro, esa niña logra llegar a ser alguien y a tener un futuro brillante como profesionista, ella sin duda alguna recordará que en un tiempo lejano alguien la ayudó a construir un escalón más sólido o la impulso para poder escalar un peldaño más de la escalera que conduce hacia el lugar donde las cosas que uno sueña y tantas veces ve como inalcanzables se pueden realizar.
Lo único que tendría para reclamarte en este post (y también en todos los anteriores donde nos has compartido una historia) es que siempre nos quedamos con ganas de "Leer Más" y con una sensación curiosa de tener la posibilidad de poseer algún elemento mágico que pudiera hacer posible que tus historias no terminaran nunca.
Gracias por compartirnos como siempre lo que hay dentro de ti y esa forma tan especial y simple de ver las cosas valiosas de la vida.
Te quiero mucho Solecito.
Que cosa mas enternecedora y linda de cuento, Vane...
Ella solo queria estudiar, atrapar el tesoro de la cultura.
Me ha emocionado.
UN ABRAZO.
muy bonita historia y ojalá haya logrado lo que quería, muchas veces tenemos los medios pero no las ganas y tanta gente solo esperando la oportunidad )
¿Cuántas veces, cristales mucho más empañados se interponen entre niños así y nosotros? ¿Cuántas?
¿Cuántas veces, el prejuicio y la hipocresía ponen entre esos niños y nosotros, ya no cristales sino gruesos muros de indiferencia e incomprensión?
Hoy, frecuentemente, miramos sólo a esos niños para señalarlos, para criticar su aspecto o buscar elementos que nos permitan sentirnos a salvo de realidades tristes y dolorosas.
Se necesitan corazones sensibles y cabezas frescas, como la tuya Vane, para no caer en lo más fácil.
Se necesita mucha (pero mucha) nobleza, para interesarse de verdad y salir a preguntar, sin caer en el comentario idiota: "en qué andarán estos".
Hoy Vane, quiero agradecerte.
Con una simple historia, volvés a darnos una lección a todos.
Y eso, hay que valorarlo.
Mil besos
Hola Vane
Siempre me haces reir con tus comentarios y siempre me haces azucar el alma con tus posts.
Un beso volador desde Centroamerica que llegue hasta el hermoso Uruguay.
Que linda historia Vane. Todos tenemos derecho a una educación y a algunos les está vetada sin posibilidad alguna de sumarse al carro del saber...
Una entrada para reflexionar.
Un beso enorme preciosa:)
Hola Vane, a mí tambien me ha emocionado la historia
La vida es harto injusta. A algunos/as de los que tienen todos los medios, no les gusta estudiar, y a los que le gustan estudiar, a veces, no tienen todos los medios
Qué paradoja!!!
Besotes
Rampy
Wow mi bonito tu post. Soy debil con reflexiones de esta indole.
Muy interesante tu post.
Gracias por pasar por el mio.
Vane una historia muy tierna,pobrecita niña ir por ahi buscando hojas y lápices para escribir, con lo barato que cuesta entran ganas de comprarlselo para que no vaya por ahi vagando..
besitos
Algunas veces las cosas más sencillas son las más difíciles de entender.
Saludos!
Querer esta vez, de momento, no es poder.
un lobo triste
Vale... me preció una injusticia...
bsss. Nos vemos. buen fin de semana
Publicar un comentario