Valentino encontró a Alfonsina abrazada a sus rodillas y llorando. De inmediato se sentó a su lado y le preguntó:
-¿Qué pasa Alfonsina? ¿Por qué estás tan triste? ¿Te puedo ayudar?
-Siento que perdí una ilusión Valentino. Intenté volar, entonces me caí y me raspé el alma. Me dolió mucho comprender que no pude llegar a donde miraban mis ojos cerrados.
-Alfonsina no te preocupes, las cosas llegan a su debido tiempo, a veces cuando menos las esperas te sorprenden, y es ahí cuando vas a recuperar esa ilusión que hoy perdiste.
-Pero Valentino ¿Qué hago con mis alas?
-Tus alas siempre van a estar ahí, y si hoy están rotas las repararemos con abrazos, y a fuerzas de suspiros van a volar lejos, tan lejos que ni con tus ojos abiertos creerás a donde llegaste y lo que estás mirando.
-¿Qué pasa Alfonsina? ¿Por qué estás tan triste? ¿Te puedo ayudar?
-Siento que perdí una ilusión Valentino. Intenté volar, entonces me caí y me raspé el alma. Me dolió mucho comprender que no pude llegar a donde miraban mis ojos cerrados.
-Alfonsina no te preocupes, las cosas llegan a su debido tiempo, a veces cuando menos las esperas te sorprenden, y es ahí cuando vas a recuperar esa ilusión que hoy perdiste.
-Pero Valentino ¿Qué hago con mis alas?
-Tus alas siempre van a estar ahí, y si hoy están rotas las repararemos con abrazos, y a fuerzas de suspiros van a volar lejos, tan lejos que ni con tus ojos abiertos creerás a donde llegaste y lo que estás mirando.
7 comentarios:
El consejo que le da Valentino a Alfonsina me hace confirmar todo eso que yo siempre te digo, de que cuando sientes que perdiste algo, no tienes más que cerrar los ojos a la realidad, y abrirlos con mucha atención hacia tu interior, para darte cuenta que todo eso que te hace soñar, que te hace ilusionarte y sobre todo, te hace CREER en que lo imposible puede ser posible o que esos sueños (por más locos y descabellados que parezcan) pueden ser factibles de realizarse.
Como Alfonsina y Valentino tienen tanto de ti, eso también me lleva a confirmar en el reflejo de ellos mismos, que cada vez que tus propias alas se raspen o se apachurren, yo tengo un costal de abrazos y mimitos para ti.
Hermoso como siempre lo que expresan estos dos niños y me encanta todavía más que cada que los leo compruebo también que proyectan mucho de lo que en realidad eres tú.
TQM Solecito.
Decile a Valentino de mi parte, que le agradezco mucho... hoy necesitaba escuchar que alguien le decía eso a alguien.. y además, necesitba imaginar que era a mí a quién me lo decían.
Un beso grande para los tres
Me encantan los razonamientos de estos dos niños y la ilusión y confianza de Valentino por las cosas y como quiera ayudar a Alfonsina.
besitos
Mi Vane querida, que hermoso relato.
Muchas veces rompen nuestras alas, y nos quedamos con todas las ilusiones congeladas, pero si vemos detenidamente que el que nos las rompieran es parte del crecimiento personal y emocional, muchas veces querrìamos volver a volar, como sea , pero ahora muy seguras de lo que en verdad queremos.
Hermoso!
Te quedò muy bello tu blog amiga linda.
Un beso enorme y un abrazote!
Susana-Agualuna
Que gusto me da leer de nuevo a esta parejita que, razonadamente, siempre nos enseñan o recuerdan cosas que no sabemos o hemos olvidado cuando más lo necesitamos.
Admiro tu imaginación para transmitir a estos personajes una entidad propia...tanto que la chica de las estrellas fugaces queda agazapada en un segundo plano.
Alfonsina le ha dado el sabio consejo de que por más que se rompan nuestras alas, nunca desaparecerán.
Un beso gande preciosa:)
Sabes que soy toda una especialista en andar cayendo y raspándome el alma más seguido de la cuenta... y también creo que lo más importante es volver a levantarse luego de revisar el estado de las alas como para volver a emprender el vuelo. Si nos quedamos mirando desde abajo, nunca vamos a saber que es lo que se ve desde arriba y menos aún vamos a saber valorarlo una vez que hayamos alcanzado nuestras metas.
Personalmente creo que con cada golpe nos hacemos más fuertes y más sabios lo que seguramente va a redundar en el valor que le demos a aquello que vayamos conquistando poco a poco.
Además, quienes contamos con nuestra propia estrella fugaz, sabemos que ella siempre está ahí y dispuesta a darnos un reconfortante abrazo para que las "nanas" sanen más rápido y las lágrimas se sequen y el alma cicatrice para que siempre volvamos a intentarlo una vez más...
Un beso grandote, te quiero mucho.
Como siempre hermosos posts.
Y tu rinconcito azul te ha quedado genial.
Ya vi sus fotos, que bueno que se la pasaron de lujo se lo merecen por ser dos niñas tan especiales. De verdad que almas gemelas. Que gusto.
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