Foto y maqueta: Vanessa R.
Yo siempre dije que este era mi lugar encantando, mi peumayén como lo llama mágicamente Ismael Serrano, mi espacio donde escribir muchas cosas de las que me regalan las personas sin darse cuenta en la calle, o de esas que hablan tanto de mí pero el disfraz hace que nadie se de cuenta.
Tratar de expresar lo que me provoca un gesto, un detalle, una sonrisa, una palabra a tiempo, o esa que llega tardía pero igual me sorprende. Los suspiros que una vez dejé en una carta también los pude hacer llegar hasta acá, no sé si alcanzaron a susurrar mis sentimientos pero todavía y muy suavecito retumban sus ecos.
Pero hoy visualicé este mismo lugar, con la calidez que siempre trato de dejar como si fuera un lugar físico, tal vez con el mismo color azul y lleno de estrellas fugaces, pero pintadas en paredes reales, con gotas de lluvia dándole música a la habitación, con las notas desafinadas que puede regalarte un instrumento que no existe pero puede ser el cómplice perfecto: un techo de zinc.
Un lugar pequeño con grandes ventanas para que entre el sol y salga el alma a llenarse del paisaje y vuelva a entrar un poco más enamorada que el día anterior, y menos que mañana. Con un jardín donde una alfombra de margaritas acompañen tu andar, sin sentirse amenazadas de que las vayan a deshojar, porque todas te dirán que si al verte pasar.
Una casita que sea digna de llamarla hogar, con su chimenea encendida y una invitación para que te quieras quedar, a pesar de que el destino te haya convertido en un visitante fugaz, sientas que ahí puedes estar por una eternidad.
Imagino ese espacio donde poder ver el atardecer y con toda esa inspiración tratar de plasmar sensaciones en un papel, y guardarlos en botellas para compartir las cosas hermosas, que la distancia te impidió disfrutarlas conmigo.
Ahí donde tener un pedacito de cielo personal, donde siempre sea celeste y si algún día se viste de gris, hacer de la nostalgia una fiesta, y colgarle un deseo al arco iris aunque haya salido en blanco y negro.
Ya parece que escucho el sonido de ese arroyo y en el jugar dejando barquitos de papel, donde su capitán sea un grillo que nunca deje de cantar y las luciérnagas los marineros que enciendan las noches al navegar.
Hoy tengo la fortuna de contar con este mágico y fantástico lugar, puede ser un tanto irreal pero es mi manera de respirar, pero unas palabras que rozaron mi corazón, me dieron luz verde y no dejé de soñar con juntar el espacio azul y fugaz de una chica que ama las estrellas, con ese espacio para siempre, real, donde mis pies fríos dejen sus huellas al caminar, todas mis ilusiones tengan un zaguán, mi ansiedad un escalón para aprender a esperar, y que mis latidos se aceleren al pensar que uno de estos días llegarás.
-Ricardo Montaner-
Álbum: Los hijos del sol
5 comentarios:
En este lugar aprendí mucho antes de saber lo que significaba, el real sentido de la palabra "Peumayén", aprendí a contar estrellas y a diferenciar los satélites de los astros celestes y conocí muchas historias mágicas que todavía cuando mi memoria las trae a colación de repente, me dejan pensando aunque esté inmersa en algo demasiado real.
Este lugar encantado no es sólo tuyo Vane, es también de quienes pasan por aquí. A veces aunque no estés o te tardes en regresar, tu presencia a través de las letras y las frases se hace omnipresente y por eso es tan mágico tu blog.
A veces es un poco gris el sentimiento, porque a pesar de ser un mundo tan mágico hay una delgada línea donde muchos de nosotros no podemos llegar, pero con lo poco que percibimos donde la imaginación alcanza, es un gran regalo...
Ojalá que este espacio exista durante mucho, mucho tiempo...
Como siempre hermoso el texto y hermosísima la maqueta de la casita... Alguien que emprendió un viaje hace mucho tiempo, si viera lo que haces ahora, con toda seguridad se sentiría profundamente orgulloso de ti.
Me siento honrada por la invitación a pasar por tu espacio; pero sobretodo de que un coemntario más o menos afortunado desencadenara este precioso escrito..Eres una artista en disfraces :)!!
Vane, creo que nunca podrás estar segura de quien o cuanto descubres; pero lo que está claro es que has descrito el eden, incluso con la música que proviene del repiqueteo de gotas en en zinc. Me ha resultado magnífico, lindo ¡increible! Tu capacidad de visualizar el blog…Tu casita es preciosa…ojalá tuviera como tú el don de saber escribir, de saber expresar las cosas, las circunstancia de la menera más o menos real, metafórica, pero con una belleza inigualable….Una fortuna para tus lectores que hayas abierto la puerta a este pedacito de cielo….No sé quien puede acelerarte los latidos pero apuesto lo que sea que está a punto de llegar
¡¡Un BesOte preciosa!!
Hola Vanesa,me he pasado por aquí para echar un vistacillo,y la verdad es que me gusta tu hogar.Me gusta "La Chica de las estrllas fugaces",será pq a mí también me encantan,pero también tu sentir,que describes de un modo sencillo y que llega al alma,a través de tus escritos. Muchas gracias por este espacio que pienso seguir visitando. Un abrazo enorme: Sigrid.
Han pasado ya algunos días desde que publicaste este post, y hoy en la mañana, mientras iba caminando entre calles y banquetas cubiertas de hielo, no sé porque razón llevaba tan presente la imagen de la casita que construiste, mientras reflexionaba al mismo tiempo en tu escrito; y entonces recordé que hace tiempo yo escribí también sobre un lugar imaginario, mientras al mismo tiempo le cuestionaba a quien lo leía ¿Cómo era su lugar especial?
En ese entonces yo describí el mío como una cabaña ubicada en un bosque (con una chimenea enorme por supuesto) y que tuviera lo más elemental; pero pensando hoy en tu escrito, llegué a la conclusión de que ese lugar encantado del que tú hablas está en el interior de cada persona.
Puede ser -en el mundo real- tu rincón favorito dentro de tu casa (tu cuarto, un sillón o cualquier espacio donde te sientas cómodo y protegido); pero tu verdadero lugar lo llevas en el alma y a donde quiera que vayas.
La imaginación te lleva a construirlo donde sea, y ese lugar se vuelve soñado y perfecto cuando ahí encuentras esperándote a las personas que para ti son especiales...
En la película "Amelia" hay una escena que me fascina porque el personaje de Richard Gere le dice a Hillary Swank (en una de las que se supone fue una de las últimas conversaciones que ellos tuvieron por radio) y él le dice que su hogar está donde ella esté… Creo que eso ilustra perfecto lo que te digo de que el “Lugar Encantando” está donde encuentras a las personas que quieres… Ahora mismo tu blog es un lugar encantado –no sólo para ti- sino para muchos de los que pasamos por aquí. Para mi, entrar aquí de madrugada es como entrar a tu casa y esperarte, y es un espacio perfecto donde además de encontrar la esencia de alguien a quien adoro, se puede venir al final del día para hablar de algo distinto y que llena el alma como esto del lugar imaginario y encantado… ¿En dónde más se reúnen las personas para poder hacer eso? ¿Te das cuenta de lo importante que es por eso este rinconcito azul?
Mi lugar encantado yo lo llevo dentro del alma, vivo en una ciudad a la que adoro, donde están las personas que para mi son importantes, pero me hacen falta dos… Una de ellas no se si exista y me la he pasado la mitad de mi vida buscándola (y no pierdo la esperanza de terminar esa búsqueda algún día), y la otra, está en un país lejano y pequeño y que es el más hermoso que he conocido hasta ahora.
Gracias porque tus escritos son los únicos que me dejan reflexionando así, mucho tiempo después de que los leí.
Un abrazo, ¡TQM!
Otra vez yo... (Ah que "bodacho" que jo...), bueno me regresé porque se me olvidó decirte que esa canción de Montaner es hermosa, yo me imaginaba el video en una cabaña muy rústica... De él me encantan sus frases... Es un alquimista de las letras igual que tú.
Ora si ya me voy....
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