Ellas son perfectas, con sus curvas, líneas, e interminables formas. Están ahí para que alguien las destroce a fuerzas de indiferencias, para unas manos delicadas que las use, y vistan de gala una carta expresando algo tan sublime como el amor.
Están para tí, esperando que pierdas la cobardía, repares el error, y de una vez por todas pidas disculpas a esa persona que tenía razón. También están para mí, aunque a veces con mi torpeza no sepa bien que decir, o a la inversa, diga tanto en un ataque impulsivo lastimando a alguien, el tiempo será el encargado marcando mi momento exacto de pedir perdón.
Son ellas las que no te dejan dormir retumbando en tu cabeza, te roban el sueño, te sacan de la cama, te obligan a hablar, gritar, o llorar; ellas siempre ganan, dejando al descubierto lo que hay en lo profundo de tu pecho.
Están ahí haciendo pedazos a un ser víctima del odio, o aliándose a un par de ángeles rescatando al más indefenso.
Regalan esperanzas, rompen sueños. Pueden ser tan afiladas como el tirano que las pronuncia, o tan mentirosas como el Casanova que las escribe. Tan sentidas como el que reza, tan traidoras como el que se las guarda y prefiere un puñal como respuesta. Tan implacables declarando culpable a un inocente; manipulables al darle la libertad al cretino que lastimó tanto a alguien.
Muy iluminadas al inspirarle un estallido a una mirada, generosas al regalarle la posibilidad al poeta de robar los más bellos sentimientos, egoístas cuando no están para el que se muere de amor, crueles cuando se apagan y no dejan respuestas.
Portadoras de grandes tragedias cuando el planeta se queja, sanadoras cuando el que las susurra trae mensajes de paz.
Las palabras están al alcance de tus intenciones, por eso yo escribo, de vez en cuando tengo la suerte de que pasen por mi puerta y se quieran quedar, a veces me dan algo de tiempo para llegar a la creación, otras tantas se van como las golondrinas, y para poder decir tengo que esperar el cambio de estación. No me piden permiso si tienen urgencias de sensibilidad, a veces se despiden sin preguntar cual es mi necesidad.
Ven una guitarra muda, una hoja en blanco, puños bien apretados y yo no decido que hacer con esos elementos, son las palabras las que me buscan, y soy yo, la que tiene que estar atenta para salir a su encuentro.
5 comentarios:
En mi caso las letras escritas siempre han significado mucho más que las palabras; y ya sean las propias, ajenas o escritas en los lugares más inverosímiles, para mi siempre han representado el medio a través del cual encuentro a veces ese respiro que necesito para vivir y suspirar también.
Las que yo he escrito y tienen muy pocas personas siempre han salido del alma y buscaron en su momento abrirle mi corazón a alguien de la manera que sólo se puede hacer cuando aprendes a confiar a ciegas. Por suerte nunca me he arrepentido hasta ahora de eso.
En el caso de tus palabras, con ellas siempre sueño, reflexiono e idealizo (Síp, tengo mucho la costumbre de idealizar a las personas que quiero); pero en el fondo sé que no me equivoco, porque pocas son las personas que he conocido que hacen que la palabra CREER valga en su real dimensión.
Para ya no hacer más largo esto, con palabras y letras siempre hablo en silencio, y cuando lo que yo escribo hace referencia a ti, siempre pido que tus palabras siempre estén llenas de magia, de historias y de sentimientos materializados en palabras, más que de sufrimiento y de dolor...
Padrísimo tu escrito como siempre
Vane, ojalá sigan quedándose por tu puerta....desde mi ignorancia admiro a quien sabe usarlas y, en tu pluma ¡Claro que son perfectas! para todo lo que dices en el post. Dominas el idioma con un extenso léxico. Juegas con ellas estructurando las frases con la palabra correcta y exacta para transmitir sin equívocos lo que deseas decir.
Por lo que declaras al final, espero y deseo que sigas atenta y no pasen por delante de tu puerta sin que sean raptadas por tu puño..
Saludos
VANE:
No te conozco, pero de entrada ¡me caen súper tus letras!
Vaneeeee!!! gracias por escribir en mi blog y leer mis humildes escritos....
yo me considero esclava de las letras.... a veces, lo son todo y lo único.
Besos!!!
pst. me alegro que te sientas mejor!!!!
No es sólo un color lo que vuela sobre el campo. Ni siquiera son dos. ¿Tiene el espíritu color, o sólo brilla? Brilla un color... y otro calla. Mezcla y equilibro de celestial y terrenal.
Negro que se cierne en tinieblas sobre el adversario. Oro que se eleva y no se doblega, oro que el carbón no puede opacar.
Torna tu mirada al campo y observa: en miles y miles de ojos se refleja el oro, y de sus ojos vuelve para iluminar el vuelo de aquellos que por su merced se esfuerzan, y por él vuelven y vuelven a brillar.
Y yo... yo lo hago sólo por ella. Ella que tiembla, sonríe y tiembla. Ella que convierte el sudor en lágrimas de miel y te cuenta en poesía la gesta del glorioso y con gritos la alegría de intentar. Ella va por la vida sorteando el carbón, peleando contra piedras, girando siempre su cuello y mirando al sol. Ella..... mirasol.
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