3 comentarios:

Martiuks dijo... @ 22 de mayo de 2011, 9:24

El viento no siempre sopla de la misma forma, y los ángeles muchas veces parecen alejarse, pero es simplemente que se quedan en silencio, porque tal vez quieren que te lances desde un punto alto para que te arriesgues a volar tu sola.

Es también como si en pleno vuelo en el que te estuvieran instruyendo para aprender a volar y sortear las corrientes de viento, de pronto te soltaran la mano para que tu sola afrontes todo eso aunque te sientas sola o te domine el miedo, cuando en realidad no es así.

Tu ángel se fue hace muchos años, pero aún cuando tu vuelo parece ser que siempre ha sido en solitario, él siempre ha estado ahí.

Aunque quizá no puede hablarte, se hace presente en las cosas especiales que vas encontrando a tu paso, y estoy segura que ha estado y seguirá estando contigo en todo este tiempo en que te ha tocado sobrevolar bajo corrientes de viento demasiado adversas. A pesar de eso yo sé que tus alas aunque se debiliten, nunca van a romperse, y aunque sean frágiles, tampoco se van a doblar, así ni sople nada de viento. ¿Y sabes por qué? Porque en tu interior tienes el espíritu de ese ángel, y también porque sola no estás.

Siempre se te extraña mucho a ti a a tus letras.

Martiuks dijo... @ 23 de mayo de 2011, 1:54

Una de las cosas que más extrañaba de tu blog era regresar de madrugada para comentar de nuevo acerca de algo en lo que me quedé pensando mucho rato después de leer tu post.

Lo que quiero compartirte hoy es algo que ya has leído muchas veces en mi espacio y se relaciona con un recuerdo de cuando yo era niña y creía que todos los chavitos podían volar.

Creo que empecé a creer en eso porque yo tenía un sueño muy recurrente en el que precisamente alguien (no recuerdo ahora quien) me enseñaba a volar, y parte de esas lecciones consistían en caminar de la mano de esa persona hasta llegar a un punto muy alto en el que a pesar de que te diera miedo; llegaba un instante en que nonte quedaba de otra más que lanzarte a despegar tus zapatos del suelo y comenzar a volar. Luego ese alguien, cuando menos te dabas cuenta y a cierta altura te había soltado ya de la mano; y aunque en pleno vuelo sentías que de modo inevitable caerías al suelo; la realidad era que además de elevarte más; conseguías volar por ti misma.

Recuerdo que dentro de esos sueños de infancia; mi único temor era (y sigue siendo) sobrevolar sobre grandes extensiones de agua.

Te comparto este recuerdo que quizá para nadie más tenga sentido, pero fue lo que me hizo volver en esta madrugada a tu blog, porque siento que se relaciona en cierta forma con lo que ti escribiste; y me quedé pensando que aunque en forma metafórica; esa imagen irreal en la que yo realmente creía cuando era niña; puede aplicar a la realidad y al presente que se vive aquí.

Si la vida fuera eso; aprender a volar y soltarte a pesar de que tengas miedo o sepas que lanzarte es un riesgo que tienes que correr sola... ¿Crees que eso rompería tus alas?... La verdad yo creo que no... Por muy difícil que sea lanzarte desde un punto muy alto, por mucho que te domine el miedo de que no se abran tus alas; por mucho que parezca que el cielo es un lugar inmenso en el que las corrientes de aire te pueden llevar a perderte; alguien te acompaña siempre y te guía; y todos los que te vemos desde abajo seguimos cada intento tuyo y con la esperanza de que lo poquito o mucho que se lleva dentro del alma te pueda servir cuando sientas que tus alas pierden fuerza o se van a doblar.

No sé si me entiendas; si todo esto sea medio confuso; pero el caso es que yo no voy a dejar de creer en que para mi algunas personas siguen teniendo esa capacidad de volar a través de sus sueños y las cosas valiosas que llevan adentro de su alma; y eso era lo que a través de este recuerdo hoy, tuve ganas de compartirte en esta madrugada aquí.

Anónimo dijo... @ 10 de junio de 2011, 7:54

Yo como siempre de efectos retardados... Pero creo que por fin le entendí a tu post....

P.S I miss you.

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