Pilar un día le dijo a Azul que podía ser su mamá, tal vez Azul por atrevida, impulsiva, o cariño tomó muy en cuenta esas palabras. Conocía a Pilar desde otro plano que el común de la gente, aprendió de su ser a través de historias fascinantes, grandes verdades, y algunos raspones a causa de los tumbos que te da la vida. Azul sabía del don de gente de Pilar, y lo lindo de poder contar con ella como otra mamá.
Azul ya no es una niña pero hay cosas con las que todavía no puede, entre batallas por librar, un presente algo pesado, y un futuro incierto ahí estaba Pilar, por eso una vez Azul le habló de necesidad, seguramente confundió a Pilar, pero detrás de esa joven con algo de valentía también había un ser algo perdido, un tanto solo, y otro tanto triste.
Pilar un día le dijo a Azul que podía ser su mamá y a ella le pareció genial, una mamá que también le gustaba jugar a eso de imaginar y fantasear, una cómplice que como: amiga, tía, abuela, vecina, una extraña desconocida, o mamá era hermoso poder contar.
Pilar un día le regaló algo maravilloso, algo que sorprendió mucho a Azul, un regalo al cual se aferra cada vez que la echa de menos, la vuelve a necesitar, sabiendo que de esa manera puede encontrar a aquella mamá.


-Abba-
Canción: Chiquitita