Foto: Vanessa R.
Me puse a pensar en los motivos que me llevan a escribir, y en ese mismo instante entendí que no es algo de la cabeza sino del corazón. Yo escribo porque siento, con esa misma fuerza y naturalidad con la que el agua cae de una cascada, así brotan las palabras en el aire, salpican mi esencia y una hoja en blanco se vuelve una fiesta.
Yo escribo con la simpleza y la grandeza con la que sale el sol, con la diferencia que a él todos lo conocen, y mis letras a veces son tan celosamente mías, que se vuelven mudas es incapaces de ser compartidas, otras veces en un asalto de valentía y ego quieren ser escuchadas, pensadas o leídas.
Yo escribo incluso antes de conocer las palabras, tal vez desde otro tiempo, otra vida, tal vez en otro siglo alguien movía su mano con la pluma de mi esencia, y en este me toca a mí seguir con el desafío de contar una historia.
Yo escribo con cada cambio de estación, así como el invierno trae nostalgias con notas grises, la primavera renueva los colores y las golondrinas regresan pidiéndole prestado el trabajo a las palomas, trayendo el mensaje que cada uno necesita, y si sabe observar logre ver un regalo al levantar la mirada.
Yo escribo sin necesidad de poner en una balanza lo positivo y lo negativo, tomo de cada cosa un punto de llegada, o partida, llevando como bandera el aprendizaje de cada experiencia para crear una nueva historia.
Yo escribo por los corazones rotos y por el mío propio, seguro algún recuerdo hermoso hará que valga la pena seguir aunque sólo te queden los trocitos.
Yo escribo por el amor, por el que lo tiene, el que lo perdió, y aquel que nunca lo conoció, para que muchos puedan vestirse el traje de poeta, y tengan la capacidad de expresar la mayor obra de arte que realizó Dios.
Yo escribo y me vuelvo el ser más feliz del mundo con tan sólo imaginar que alguna de mis frases uno de estos días disfrazadas de susurro, convertidas en canciones, o guardadas todas juntas entre dos tapas duras con forma de libro lleguen a tus manos, se instalen en tu alma, que descubras en ellas sentimientos, y en un impulso quieras regalarlas o compartirlas con los amores de tu vida.
5 comentarios:
Quienes de alguno u otro modo hemos coqueteado alguna vez con las palabras, entendemos a la perfección lo que dices, aunque pocos lo hubieran descrito tan bien como tú.
Un abrazo.
Cuando tu escribes:
- Se materializan y toman color y forma los sentimientos.
- Las letras forman imágenes maravillosas que describen historias que solamente podrían salir del la pluma y el alma de alguien con mucho talento y una hermosa imaginación.
- Los días grises se pintan de colores y los suspiros se perciben y casi los puedes palpar entre los dedos mientras flotan en el aire.
- La nostalgia se viste de color azul y al jugar con los recuerdos se convierte en un festejo en el que todo lo bueno y lo malo se convierte en un motivo enorme para agradecer a Dios.
- De madrugada, quienes pasan por aquí convierten la noche en día y encuentran siempre una luz azul que les indica además el camino para siempre regresar.
Cuando tu escribes, la noche más oscura se vuelve luminosa con montones de estrellas fugaces que envuelven sueños y deseos que aún no se han concedido...
Y los que te leen, a pesar de que no te conozcan en persona, cada vez que en tinta y en papel plasmas lo que eres y lo que percibes, pueden darse cuenta que a pesar de los rasponesy parchecitos tu alma es hermosa y en el brillo de tus ojos se encierra la fe...
Eso es un poquito de todo lo que pasa cuando tu escribes... Por favor no dejes de hacerlo, ni de seguir sembrando tus letras en el corazón de todo aquel que pase por aquí.
Un hermoso texto como siempre y lo único que puedo decirte es que cada vez que tu escribes, uno dice ¿ya se acabó?, porque el corazón siempre se queda con ganas ¡de más!
Se te extrañaba demasiado Chica de las Estrellas Fugaces.
buen trabajo compatriota
saludos
muchas veces los lectores nos preguntamos de que forma los escritores hacen semejantes obras de arte,hoy leyendote me doy cuenta que el que manda en muchos de los casos es el corazon. el talisman
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