Sabía que mi corazón está repartido en muchos pedacitos y cada ser que amo tiene la llave para entrar y acomodarse de la forma que lo necesite.

Pero lo que le está pasando a mi alma es nuevo. Alguien tejió un bolsillo muy cálido y se me acurrucó ahí, encontrando motivos para aferrarse a la vida, y yo buscando la magia para ayudar a encontrarlos.

Sin conocernos personalmente yo sé que es un pequeño guerrero, y él entiende de mis armas para salir a dar batalla. Cada día es una ganada, cada mañana es un canto de pájaros lanzando deseos de esperanzas. Y plantas que llenan de colores todo su entorno brillando al ritmo de sus latidos.

Él sabe que la vida tiene una cita de amor y va a llegar puntual para tomarla. Fuerzas le sobran, ganas son muchas, y ángeles saltarines lo invitan a danzar con cada bocanada de energía, fe y esperanza.

Él sabe que no está solo, y usa todos los remos para sortear cada ola, cada obstáculo.

No siente miedo, al contrario...En su pecho se encendió una llama que cada día crece y la brisa la aviva, la agiganta de tal manera que sus chispas llegan al cielo como si fueran estrellas llenas de deseos tan reales como posibles.

A volar principito el mundo te espera, y el destello de tus ojos se encenderá con cada cosa que vayas descubriendo, en este hermoso camino que espera tus huellas.