Fotos: Vanessa R.


Se puede ser perfectamente libre viviendo amarrado al viento que te impulsa las alas, y te lo soplan las personas que te aman, así llegues a la vuelta de la esquina o un poco más allá del fin del universo, lo importante es levantar vuelo aunque te mueras de miedo, y los aletazos sean algo torpes, ansiosos y necesiten una brújula.

Libertad con raíces, las que te permiten perderte en alta mar, y ser protagonista de una película llamada: las mejores puestas de sol las vi yo. Y cuando termines el último giro de tu recorrida por el mundo sepas que te espera tu lugar.

Caminar por la arena dejando cuatro huellas, respirar profundo, llenarte los pulmones de aire y sentir en cada suspiro la libertad de dar cada paso con tu mano entrelazada con esa mano que te empuja, y te atrapa para ayudarte a subir un escalón más para alcanzar un sueño personal.

Libertad que es capaz de soltar un corazón para que busque la felicidad, dejando la puerta entreabierta por si algunos de sus latidos lo hacen regresar.

Libre de sentimientos, de expresarlos y recibirlos sin ataduras, con respeto y sin golpes bajos, llevando la bandera de la libertad, diciendo las cosas de forma sincera y con tan sólo una mirada.

Libertad de entregarlo todo, sabiendo que con la nada habrás llenado tu alma, amando bajo un cielo abierto, transformar el vacío en arte, atando tus pies y manos con las cuerdas de una guitarra, para ser libre corriendo entre las notas de una canción.

Vivir libre y tener derecho de equivocarte, vivir para conocer la grandeza de reconocer que fuiste el culpable de provocar una herida y tener el valor de decir: ¡estuve mal perdón!

Ser libre como las golondrinas, partir y prometer volver para deshojar margaritas, jugar con sus pétalos, mezclar aromas con colores, y sostener la palabra de volver en cada primavera, también eres libre de elegir tu estación, si quieres que el amarillo del otoño pinte tus paredes, estaré atenta para rozarte y regalarte una caricia, por si la naturaleza nos permite cruzarnos en pleno vuelo.

Libre para tener la capacidad de soportar o disfrutar todo lo que te puede dar la libertad, las heridas, las sonrisas, noches mágicas, despedidas, la maravillosa lectura que nos deja una lágrima, el encuentro con un niño, y el paso cansado de un anciano que a diario hace un trato con el calendario para seguir un día más.

Le agradezco a la vida por permitirme abrir los ojos un día más, a mis padres que me enseñaron que el respeto es muchísimo más que una simple palabra, y manteniendo los valores hoy puedo ser tan libre, y hacer de la libertad mi mejor aliada para nunca dejar de buscar la felicidad.

-Rosana-

Canción: Aprendí

Álbum: A las buenas y a las malas