Se busca eso que se me perdió, ya
he pegado varios afiches y nadie lo vio, ofrezco recompensa, no se trata
dinero, pero puedo darte una razón para que entiendas cuanto vale lo que no se
tiene.
Se ofrece un laberinto con mil
emociones, no importa si te pierdes, ahí está la magia, de que quieras
encontrar todo conmigo.
Se detiene el tiempo para
amoldarlo a tus pasos, y en el aire un suspiro sostenido busca el roce de tu
alma.
Se comparten desvelos a orillas
del mar, y deseos en el destello de una estrella fugaz.
Se regalan versos y una
declaración al borde del menguante de la luna, sólo hace falta que tomes de mi
mano para emprender el viaje.
Se invita a perder la cuenta en
la sumatoria de momentos, los balances nunca me gustaron y menos cuando se
trata de sentimientos.
Se dedican canciones que aún no
son, pero laten en la inspiración de los susurros para convertirse en la mejor
creación.
Se derriban paredes para
construir caminos, a base de posibilidades embaladas entre sueños.
Se reparan almas, corazones y sueños,
no sé cual es la fórmula, pero con tus puntadas y mis hilos la fábrica de
parches hará con nuestras cortadas un traje a medida.
Se necesita todo y nada. Todo lo
suficientemente pequeño para entender que ahí está la clave de la vida, y nada
para saber que un todo puede esconderse donde termina una lágrima y nace la
sonrisa.
Tal vez a las alas de un ángel, para cuando
sea el momento desempolvarlos y con los remiendos devolvértelos.
Tal vez a un viejo baúl, ese que
guarda lo que nunca será tuyo, lo que siempre se te negó.
Tal vez al fondo de una botella,
y cruzando el océano otros los puedan hacer realidad.
Tal vez en el vuelo de una
golondrina, que al regresar del otro lado del mundo en una nueva primavera
también traiga una nueva ilusión.
Tal vez en una función, donde el actor interprete la
historia de tu vida, con un final parecido al que siempre quisiste.
Tal vez en una canción esté el consuelo, para entender que
aunque roto se puede seguir vivo.
Tal vez en la cara de un niño, desde esa pequeña altura todo
se ve más grande, y aunque fugaz todo puede ser posible.
Tal vez en el próximo tren, dicen que no pasa dos veces, o
quizás si, pero…¿Cómo saber para intentar llegar puntual?
Yo no sé a donde irán mis sueños rotos, tampoco a donde irán
los tuyos, pero si uno de estos días llegan a mi puerta, aunque no sea un
artista los llenaré de parches y los regreso al pie de tu ventana, para que
cuando amanezca tengas un motivo y yo un suspiro, por haber tenido aunque por
poco tiempo un sueño entre mis manos.
Cuando bajan las persianas al
caer el sol, suben las estrellas a jugar con tus deseos, la luna sólo es el
testigo silencioso de tus más frágiles y enormes sentimientos.
Cuando llega la noche el recuerdo
puede ser el más cruel de los fantasmas, atravesando tu pecho empujando
suspiros. También esos recuerdos pueden llegar en las alas de un ángel, que
viene a traerte el regalo de una mirada al cerrar los ojos, la brisa suave de
la respiración de quien duerme a tu lado, la certeza de que algo puede ser para
siempre, la duda de declarar amor a los gritos o por escrito, un desvelo
desembalando sueños para querer hacerlos realidad pero junto a alguien más, el
capricho de no querer dormir para que el amanecer no apague los latidos de un
corazón que te sabe posible, que te siente presente con matices de futuro.
Cuando bajan las persianas llega
la inspiración al balcón, tu musa duerme sin enterarse de lo que ocurre a su
alrededor, de la vida y las palabras que pueden reposar en unos párpados tan
inmóviles como sublimes. Nadie sabe que ahora unas manos, una pluma, una
guitarra y un par de hojas, danzan todas juntas intentando crear algo que esté
a la altura de un momento único
Cuando bajan las persianas se
asoma un mundo distinto, la nostalgia puede venir a buscarte, una canción
llegue para rescatarte, o la fantasía te invite a volar sin salir de ese lugar
encantado que también has creado para alguien más, y con la complicidad de lo
cotidiano logar que se quiera quedar, aunque le abras las ventanas de para en
par.
Cuando bajan las persianas puede
ser que todo sea distinto afuera, que el ruido y la gente intenten sacarte,
pero es imposible que puedan moverte si ya se han enredado tus raíces a las
alas de quien te da la más perfecta libertad, bajo ese techo con reflejos de
luna llena, y sobre un piso con trozos de cielo.
Cuando bajan las persianas
encierro mi pedacito de noche para ganarle segundos al tiempo, para que no se
apague la magia con el amanecer, todavía tengo mucho que decir y no quiero que
se vaya con el alba. El amor tiene que saber que por amor sienta que las
palabras no alcancen, que por amor el silencio no sea suficiente, aunque con
una mirada emocionada y encendida lo diga todo, quiero que el amor sepa que por
amor hoy escribo estas líneas, y aunque las persianas se hayan bajado es
inevitable que no se escapen con el viento palabras desde el alma amarradas
entre suspiros.
¿Ser tu amiga? Creo que si, seguro que si, porque el amor está por encima del egoísmo o intereses personales. Eso si...
No me pidas que no te extrañe.
No me pidas que no te necesite.
No me pidas que no te suspire.
No me pidas que no me duela.
No me pidas que no me llene de nostalgias hasta romper la luna llena.
No me pidas que no te recuerde una noche fría junto a la luz y el calor del fuego.
No me pidas que no te espere cada tarde al regresar a casa.
No me pidas que no repase nuestra historia cuando escuche aquella canción.
No me pidas que no regrese sobre mis pasos al lugar donde te conocí.
No me pidas que no te sueñe, si en mis mejores desvelos imaginé un para siempre.
No sé si esto responde a tu pregunta, pero si responde a mis sentimientos, y no sé si amistad es la palabra, pero si me tendrías a tu lado en cada una de tus urgencias, aunque yo me vuelva un ser mudo y partido al medio.
Esa chica no esperaba nada, y en un cruce de caminos se fue a dormir abrazando una esperanza junto a la almohada.
Esa chica no buscaba nada, y una mañana el sol amaneció más temprano para hacerle notar que una sonrisa se le dibujaba en la cara.
Esa chica tenía mucho que decir pero guardaba tantas palabras, hasta que alguien hizo un alto en el camino y descifró todo lo que podía gritar una mirada.
Esa chica cargaba con dos suspiros y una pena guardados en un corazón roto, unos parches a medida renovaron latidos y le regalaron suspiros para estrenar sentimientos desconocidos.
Esa chica de manos en los bolsillos y nariz fría, con pasos sin prisa, no sabía a donde ir pero si quería llegar.
Esa chica de canciones para compartir sin tener a quien dedicar e inspirar, susurrando melodías con la complicidad del viento encontró un lugar donde acariciar con su voz, y a quien sacudir con su eco.
Esa chica con destellos de luz al derecho y al revés, sólo necesita de una mirada con disfraz de espejo para que le diga todo lo que es, y lo que puede llegar a ser.
Esa chica que bajo la lluvia soñaba con la calidez de un hogar, se dio cuenta que ese sito no estaba detrás de un ventanal, a orillas de una espalda se encontraba algo parecido a la eternidad.
Esa chica que en el presente va soltando al pasado, y con una cómplice sonrisa le sujeta las manos a un futuro mejor y distinto.
Esa chica va firme con los pies en la tierra, pero también flota entre nubes a la hora de hablar de los sueños.
Esa chica de aspecto fuerte y alma frágil, necesita más de lo que pide, recibe mucho menos de lo que da, pero todo llega, y hoy es tiempo cosechar.
Esa chica no se da cuenta de lo que inspira, no sé si callarlo, no sé si gritarlo, mientras lo decido mantengo la esperanza de que lo descubra, y ese día tal vez comprenda que es formar parte de un milagro.
Esa chica de nostalgias y colores pinta su vida de muchos matices, y es por amor a la vida, y es por amar al amor, que siempre está lista para volver a subir en la próxima estación, no importa el destino, no importa el equipaje, pero en su camino y sobre sus alas siempre lleva la misma canción.
Intenté tomar mi guitarra para darle banda de sonido a un instante y la melodía nunca llegó. Intenté desnudar versos para abrazarlos en una canción, pero las musas prefirieron desfilar entre ángeles y duendes.
Intenté convertir un papel en blanco en una carta, mi pluma nunca encontró esas palabras y prefirió el silencio, un sobre vacío con un puñado de suspiros se quedó esperando el viaje que nunca llegó, no puedo ser el guardián de la carta y las palomas mensajeras nunca fueron puntuales.
Intenté expresar y no pude, pero aprendí que hay que ir más allá del intento, es por eso que hoy me encuentro improvisando para ti.
No soy músico, pero en eso de la percusión son profesionales los latidos de mi corazón.
Soy algo torpe, y caerme en tus ojos de miel lo hago por distracción y también con toda la atención.
El poder de tu voz despierta todo aquello dormido, y es imposible no elevarme entre tanta paz y pasearme por las nubes.
Perderme en lo desconocido y también en lo sabido es un motivo para amarrar mis pasos a tus zapatillas.
Creí que el camino a casa estaba detrás de una puerta, y mi hogar es un gran ventanal donde la calidez de tu alma se abre de par en par.
No siempre se puede alcanzar lo que soñaste, pero es la misma realidad la que un día te cuenta que a veces puede ser más hermosa de todo lo que imaginaste.
Soy puntual, pero casi siempre me tocó no llegar a tiempo, hasta que un día las señales detuvieron el reloj, y yo estuve ahí cantando con alguien más esa canción.
Un viaje con destino a una noche de arte y talento, me hizo regresar con otro trozo de cielo en la mochila.
Quise improvisar para ti, pero creo que lo hice por mí, y fue gracias al regalo de tu inspiración que me perdí, y ya no vi si el azul era del cielo o del mar, sólo reconocí un color matizado de mil maneras en tu mirar.
Hay una chica que a veces suelta las amarras y se eleva hasta las nubes. Hay una chica casi azul, que también se pinta de miel para arroparse en un verso y desnudarse en la luna.
Hay una chica que viajó al cielo, se subió a una estrella para fugarse a cumplir sueños y deseos.
No conocía el lugar, tampoco si era un ángel y si alguien lo podía ver o sentir. Sólo sé que sucedió en el 2004, y que un susurro llegaba para marcar un encuentro, que tal vez con la complicidad del calendario, los granos de arena de aquel reloj, o gracias a unas manos acariciando una guitarra hasta llegar a la perfección se podía dar.
No sé que o quien va a propiciar esa cita, mucho menos el espacio físico, si ocurrirá en la tierra o el cielo, si una mirada apagará un eterno final para darle luz a un comienzo, si estará en las notas de una breve canción el largo instante que te indique que llegaste a ese lugar.
Yo no sé si esta historia real que aún no existe es para ti o para mí, de lo que si estoy segura que es algo para compartir, algo para dos, algo para sacudirte por dentro y desembalar el corazón.
La poesía de este artista tiene la habilidad de marcarme bien el blanco y negro, me lleva a los extremos. Cuando nace una nueva melodía de su creación, todo se queda en nada y ni me toca el corazón, o la misma nada se vuelve un todo y ese todo hoy se vistió con su canción.
Celebrar la vida en este tiempo, en este mundo que nos toca girar hoy es de valientes, un acto casi heroico, por eso yo quiero celebrar la tuya.
El camino de tu vida, el trayecto que fuiste marcando hasta hoy ha dejado huellas hermosas, pasos que si uno los sigue puede encontrarse con la luz más brillante al alcanzarlos, un alma de ventanas que sólo se abren al que sabe mirar, un corazón con latidos para regalar si te quieres quedar, unas manos puras que han aprendido el don de dar, un ser que no lleva las alas en la espalda porque las refleja en los ojos.
Una vida que hoy se viste de aniversario, una vida con un maravilloso año más, una vida para vivirla sin quedarse con ganas de nada, una vida para abrazarla, amarla, y compartirla.
En la distancia o en la cercanía hoy celebro este 20 de junio como un gran día, el día que Dios te abrió el cielo para que aterrizaras entre los mortales.
Si estás leyendo esto felicidades, y si no lo haces es porque llegué puntual a la fiesta de tu vida.
Se puede hacer caminos partiendo antes que el alba para evitar las despedidas. También se puede hacer caminos quedándote en un lugar, y lo que cambia es algo en tu interior y desde ahí comenzar a andar.
Andar sin prisa, a paso lento, para llevarte de cada instante algo para siempre.
Andar aunque tus pies tengan raíces, y llegar más allá del infinito entre miradas largas.
Andar sabiendo que la tierra gira y que si emprendes la marcha por el norte, alguna tarde de otoño llegarás a las puertas del sur; pero no dejes de estar atento, puede que el sur te vaya susurrando palabras de amor para llegar puntual a su encuentro, entre atardeceres matizados de naranja y amarillo.
Andar con los ojos cerrados y el corazón abierto, apretar los puños para aprender a soltar, y luego volver a amarrar los hilos de un comienzo.
Andar ligero de equipaje, para cuando encuentres eso a la medida de tu talle, lo puedas empacar.
Andar por andar, es preferible no tener un lugar a donde ir, a quedarte solo y frío, mejor perderte para rescatarte, mejor encontrarte para saber que buscar.
Andar con algo de inspiración en un bolsillo, por si un tropiezo te hace caer en los brazos de una canción.
Andar cargando una sonrisa, nunca se sabe a quien se puede iluminar con ese brillo, o quien te puede encantar si te devuelven el destello con otra sonrisa.
Andar con paciencia, tal vez te tardes en llegar a esa playa, o nunca lo hagas, pero a orillas de una espalda también se puede encallar.
Andar con un ramo de sentimientos para regalar, siempre hay urgencias de recibir y dar.
Andar sabiendo ser olvido y también recuerdo, sabiendo ser pasajero y eterno, sabiendo ser libre y prisionero de las alas del que te impulsa a volar lejos.
Andar con los pedacitos de un corazón roto, igual late, igual siente, igual quiere, y aunque no tenga repuesto el remiendo de algún detalle lo puede volver a armar.
Andar sin esperar que pase nada, y a la vez queriendo que ocurra todo, andar con las caricias de los rayos del sol, y el abrigo del manto de la luna, andar con la mirada al cielo, nunca se sabe que puede pasar en la tierra, con las estrellas fugaces danzando al ritmo de tus deseos.
Cuando las cosas son bautizadas por sus propietarios adquieren otro significado, hay algo más detrás de un simple nombre. Hay una historia, un recuerdo, un pasado, algo de herencia, el sentido de permanecer y pertenecer. Así me pasó con Elizabeth, tiene nombre de reina pero es una increíble plebeya y más hermosa que un castillo.
Los árboles como una gran obra de arte en colores pintaban las ventanas. El canto de las aves me transportó a viejos sonidos, me susurraron la voz de mi padre. El día gris no impidió que estuviera el calor del sol, las primeras gotitas de lluvia jugaron con mi inspiración a su antojo, y yo sólo dejé que mi alma con su pluma inmortalizaran un momento.
Bajo ese marco se encontraba Elizabeth, algo tímida, escondida entre la naturaleza, yo creo que permanecía ahí porque su falta de ego no le permitía admitir tanta belleza aún sabiéndose hermosa. Entonces empecé a imaginar y hasta preguntar en silencio: ¿Cuántas personas han estado aquí? ¿Sabrán de su existencia? ¿Y de su magia? Tal vez están las huellas de unos pasos que sólo entraron buscando algo de paz, soledad, o consuelo. Los que llegaron a dejar una pena, o encontrar una hermosa noche de desvelo.
El calor del fuego junto con el reflejo de una luna nueva, el abrigo de un refugio, soltar suspiros disfrazados de declaración, perderse en sus calles de tierra para llegar al cielo, buscar entre el silencio alguna respuesta que tal vez estaba en una mirada, lágrimas cayendo al igual que la lluvia, sonrisas sin motivos y necesidad de un porque.
Yo no sé si mis interrogantes tendrán respuestas, y si mi imaginación fue un momento de elevación, y la realidad es otra cosa, en definitiva no puedo saber lo que guardan esas paredes, pero estoy segura que bajo el techo de Elizabeth y sobre su piso de nubes alguien habló de amor.
Inicio del concierto con la presentación de su último disco: Buenos días mundo!!!
Una vez más se volvía a repetir la historia. Los mismos kilómetros, el mismo paisaje, el mismo escenario, y la misma chica que con tan poco equipaje sentía que se iba a dar la vuelta al mundo, y emprendía un viaje con destino a tu encuentro. Las emociones a la espera de un puñado de canciones ya conocidas pero con la certeza de saber que tu magia lo vuelve todo distinto,
Una noche más en Uruguay, el país donde la geografía no muestra la grandeza de su tierra. Ahí estabas de pie con el alma en cueros casi tocando el cielo, frente a un público tan fiel como ansioso, consciente de que iba perderse para reencontrarse en tu voz interpretando esa canción.
Con cada melodía fue pasando el tiempo, un tiempo implacable con los momentos hermosos porque todo acaba más rápido, los minutos se fueron sumando entre recuerdos, suspiros, susurros, lágrimas encallando en una sonrisa, ilusiones rotas remendadas con las cuerdas de tu guitarra, miradas tan fuertes y cómplices convertidas en un talismán me hicieron saber que no estaba sola, la fuerza de tus letras invitando a conservar la fe, las ganas de querer gritarle al mundo y darle los buenos días, caricias al alma, corazones con latidos de repuesto, destellos de luz saliendo en cada parpadeo, abrazos en presencia y a distancia, personas que a través de un llamado también estuvieron, sueños que si se pudieron tocar y quedar guardados al cerrar las manos, poder volar con el cielo como límite, impulsos expresados por un solo grito: ¡gracias!
Lo bueno de la imaginación es que a veces la realidad la supera, y la sorpresa se vuelve una fiesta, haciendo que un instante dure para siempre.
16 años de mi vida resumidos en esa noche, la mitad de mi vida paseándose entre canciones, inspiradas y creadas por un artista y mejor ser, que marcó mi vida y le puso banda de sonido al camino, desde las lunas rotas y vueltas a llenar con un ¡buenos días mundo! Hasta entender literalmente y con fundamentos eso de: lo que duele no es irse, duele despedirse.
Canción: Llegaremos a tiempo, la compañera de mis tantas noches de desvelo.
Gracias Rosana por tanto, por todo, y por hacer de esa noche una de las más lindas de mi vida
Hoy que no estás le pregunté al cielo ¿Por qué? Y las estrellas empezaron a regalarme destellos de luz, entonces comprendí que estabas ahí, y los que brillaban eran tus ojos con la complicidad de tu sonrisa.
Hoy que no estás es inevitable la contradicción, el llanto y la risa asoman en cada recuerdo, en cada canción.
Hoy que no estás en la tierra ya no se marcan tus huellas, pero las nubes se han convertido en la alfombra de tus pasos.
Hoy que no estás el otoño me pinta la nostalgia a su antojo, y las hojas bailan con el viento al ritmo de mis suspiros.
Hoy que no estás me encontré con alguien que necesitaba paz, le hablé de tu voz, y le regalé aquella…tu canción.
Hoy que no estás hay muchas gargantas amarradas por un nudo, y almas que vuelan juntas impulsadas por tu nombre.
Hoy que no estás los instrumentos no quieren salir de su letargo, tal vez por miedo a otras caricias, a que no sean tus manos.
Hoy que no estás cuantas ventanas cerradas, cuantos balcones a oscuras, y cuantas lunas rotas sin serenatas.
Hoy que no estás los pimpollos del rosal no quieren abrir, el violín que los despertaba no ha vuelto a encenderle los pétalos con el susurro de sus notas.
Hoy que no estás tres duendes y sus musas me preguntaron por ti, les dije que te paseabas en cada color del arco iris.
Hoy que no estás el pasado duele, el presente añora, y el futuro tiene que ser memoria y herencia.
Hoy que no estás supongo que está permitida la tristeza, te prometo que mañana de la mano de tu espíritu vuelvo a sonreír.
Hoy que no estás mi condición de simple mortal no me deja hablar, sólo escribirte dos nostalgias y tres suspiros.
Hoy que no estás debo admitir que no te puedo soltar, no sé hacerlo, busco retenerte en una vieja guitarra, y un libro de cuerdas rotas con la obra más hermosa del mundo, la que escribiste desde el alma.
Hoy que no estás me gustaría pedirte perdón por mis días de rabia e indignación, por no poder ver las cosas desde tu perspectiva tan única, tan positiva, tan angelical.
Hoy que no estás algo duele y no sé bien que es, pero duele y mucho, hoy que no estás nada pasa y a la vez ocurre todo. Hoy simplemente no estás y no sé a quien reclamar, a quien preguntar, en donde refugiar esta pena, sólo puedo juntar mis manos entre tus canciones y una oración intentar rezar, y que esta melodía te roce las alas para contarte cuanto se te puede extrañar.
Un diluvio le cambió el color al cielo, el sol estaba pero no lo vi, se recostó en la tierra y lo acaricié en un campo de girasoles, y me perdí entre los matices del gris y el amarillo.
No pude encontrar mi canción, no estaba en la radio, tampoco en el viento, menos en el viejo piano sin aquellas manos, pero al pie del ventanal un grillo me regaló otra tan diferente, pero yo la sentí igual, su melodía sin letra me contaba del amor y su incansable búsqueda.
Unos ojos verdes que hace años no veo, los reconocí en el brillo de una luciérnaga, mi mensaje mudo encontró la respuesta en un destello de luz.
Encontré un pasaje en un columpio, estiré los brazos y comencé a volar, no supe hasta donde viajé pero si pude llegar.
Los sueños pasaron jugando con las hojas del otoño, tomé uno en especial y lo guardé en una agenda sin tiempo, para que cuando se haga realidad me tome por sorpresa.
Había perdido un motivo y una oración, una calandria con su trino arrodilló mi desesperanza, y una lágrima quebró mi voz.
El rocío bañó de cristales el rosal, el alba dejó una fortuna en cada pétalo, espero que mi delito no sea condenable, porque ante tanta belleza tomé una rosa de ese jardín que no era mío.
En la calle una mirada larga me regaló un verso que no entendí, en la otra esquina encontré la rima que hablaba de eso que algún día será para mí.
Hay seres con almas elevadas que van a paso firme, en vez de alas llevan algo más en la espalda, algunos problemas, otros desilusiones, también tristezas, pero aún así hacen un alto en el camino para observar, y entienden más que nadie el significado de dar.
A veces la nostalgia no es más que eso que llaman extrañar, lo que postergaste por hacer que el silencio fuera el que gritara.
Hay trenes que no pasan dos veces, pero en la vía están las huellas de un camino, aunque te tardes, aunque tus pasos lleguen con heridas, puedes alcanzar esa estación que una vez se te escapó
¿No crees en los milagros? Todos los días y todo el tiempo ocurren, la vida aunque no tenga un manual es la prueba de que existen, el estar aquí y ahora para ser mejor también es un milagro, estar escribiendo esto y que llegue a tu puerta para mí es una bendición vestida de regalo.
Hay cosas que en apariencia son gigantes y no nos dejan nada, hay otras tan simples que nos dicen y nos dan todo.
Hay disfraces para cuando eso que esperamos no llega se pueda presentar en otra parte y de otras formas, no siempre detrás de algo oculto tiene que haber algo oscuro, una noche sin luna puede encender el más brillante e inolvidable de tus momentos.
Mi papá me dijo que en New York una vez hubo un sexto ferry que se perdió, intentaron salvarlo pero no pudieron, y nunca volverá por mucho que se quiera. Mi papá tampoco volverá, y pensé que no podía vivir sin él, pero ahora sé que si puedo, creo que eso haría que mi papá estuviera orgulloso, lo cual es lo que siempre quise.
Celebrar un año más de tu nacimiento vale mucho la pena, a pesar del dolor de saber que no estás para compartirlo con nosotros.
Celebrar esta fecha en que llegaste a un lugar, sin saber que con el tiempo te ibas a convertir en alguien más que especial, está por encima de estas lágrimas que inevitablemente se escapan.
Celebrar tu cumpleaños es mantener firme esa huella, es remarcar tus pasos a fuerza de recuerdos, ganándole batallas diarias al olvido.
Celebrar tu arte, es recordar que la exquisitez y perfección existieron a través de unas manos acariciando una guitarra, y una pluma marcando el ritmo del talento en un papel en blanco.
Celebrar tu ser es no bajar los brazos, es el espejo en donde mirar para saber el camino a seguir, es querer vivir, sentir, cantar, gritar, llorar, amar, extrañar, y tantos sentimientos inspirados en tu existencia.
Celebrar tu vida, haberte conocido, tu arte, tu ser, tu esencia, y tu recuerdo es urgente y necesario hoy, también lo será mañana, y la sumatoria de los días hará que celebrarte eternamente se vuelva una fiesta. Una fiesta de amigos desconocidos, amigos que con sólo mencionarte dejarán de ser anónimos para llevar la bandera de tu nombre, y bajo esa magia, imagino una playa con una gran fogata y todos al unísono cantando tus canciones, confundiendo al mar con el cielo, y a las estrellas con tus ojos.
Un grito desde el alma hasta el cielo: ¡FELIZ CUMPLEAÑOS SORAYA!!!
Otro año más, puede pasar la vida y un millón de cosas, pero lo más importante es ser uno mismo siempre, mirarte en el espejo y reconocerte en el niño que fuiste, y visualizar al anciano de mañana, con la esencia intacta, tal cual como naciste.
Espero y deseo de todo corazón que este sea tu momento en el tiempo, ese que te de la paz que tanto necesitabas.
Gracias por enseñarme antes de aprender a leer de la música, el talento, y tu voz inmortal, y gracias porque nunca me voy a olvidar que con mis apenas 7 años fuiste mi primer regalo de cumpleaños musical, un cassette de color azul, del cual sin entender lo que decías yo sabía que eso era magia.
No soy escritora ni nada que se le parezca, sólo quiero un lugar donde pueda volar, soñar, y soltar mi imaginación.
Todavía creo que las palabras y el amor pueden cambiar este mundo loco en el que vivimos, y dejarlo habitable para las futuras generaciones.
Dios: Gracias por regalarnos a este ángel, para mí es un motivo de inspiración, arte, lucha, y fe. Hace que la balanza se incline a tu favor, por ella, mi padre, y un hermano por adopción, todavía junto las manos, y sigo creyendo en vos.
Discografía
En esta noche 1996
Torre de marfíl 1998
Cuerpo y alma 2000
Soraya 2003
El otro lado de mí 2005
Videos
Canción: De repente. Álbum: En esta noche.
Canción: Quédate. Álbum: En esta noche.
Canción: Avalancha. Álbum: En esta noche.
Canción: Lejos de aquí. Álbum: Torre de marfíl.
Canción: Si te vas. Álbum: Torre de marfíl.
Canción: Cuerpo y alma. Álbum: Cuerpo y alma.
Canción: ¿En dónde estás?. Álbum: Cuerpo y alma.
Canción: Casi. Álbum: Soraya.
Canción: Sólo por tí. Álbum: Soraya.
Canción: Miento. Álbum: Soraya.
Canción: Llévame. Álbum: El otro lado de mí.
Canción: Como sería. Álbum: El otro lado de mí.
Por ser quien soy. Canción basada en su enfermedad, y en como una mujer es capaz de dar tanta batalla, aferrándose a su espíritu, su esencia, y todo su ser.
Espejo: Esta canción es del CD Soraya, no es el video oficial, pero es hermoso lo que dice la letra, y las imágenes.
Soraya en vivo!!!
Soraya cantando en vivo, dirigiendo a su propia banda en Viña del Mar, Chile. Año 2003. Canción casi.
Canción: De repente.
Canción: Sólo por tí
Más de Soraya
Canciones: En esta noche. Pueblito viejo. Avalancha.
Canción: Como sería.
En vivo y acústico.
Relato y canción Lejos de aquí.
Relato y canción El cruce.
Relato y canción Torre de marfíl.
Relato y canción Oropel.
Soraya: El ángel terrenal.
Este maravilloso ser tocó el corazón de muchos, no sólo musicalmente, sino siendo un ejemplo de ser humano, llevando una mochila tan dura como su enfermedad, dejaba de pensar en ella para darle todo a los demás.
Su misión, su lucha, su espíritu, y su ejemplo, la hacen diferente al resto. Hoy sus alas nos acarician como suave brisa, y su música el mejor regalo que nos pudo dejar, en lo personal me dio mucho, y nunca le voy a terminar de agradecer todo lo que sin saber hizo por mí.
Te adoro hermosa!!!
Un Diario de su propio puño y propia voz.
Un video increíble!!!
Su carta
Hasta en sus últimos días no dejó de pensar en la gente, a través de una dolorosa carta de despedida, pidió que su lucha no se terminara con su desaparición física, que todavía quedaba mucho por hacer, y en esas letras nos pedía que su luz iluminara el camino de muchos, y acá estamos nosotros para cumplir ese pedido, para llevar su mensaje a cada rincón del planeta, y tratando de aportar un granito de arena.
Hermosa: no sabés como se te extraña!!!
Soraya: Su legado
Un libro que te enseña cuanto vale la pena la vida, tu vida.
Interrogante
¿Qué será de tu guitarra sin tus manos, y de la música sin tus canciones?
Eterno recuerdo
Sueño todos los días. Si logro visualizar algo en mi mente, creo que existe la posibilidad de realizarlo. Me entrego a esa verdad y nunca miro hacia atrás.
Así será el autógrafo que me debes, y algún día me lo regalarás. Gracias por todo!!!